Daniel Ortega asumió este lunes por quinta vez (cuarta consecutiva) como presidente de Nicaragua en medio de un extenso rechazo de la comunidad internacional a las elecciones en las que resultó reelegido en noviembre pasado.
El evento tuvo la ausencia de la gran mayoría de líderes de América Latina pero algo que llamó la atención de los salvadoreños es que en el mismo reaparecieron los expresidentes de El Salvador, Mauricio Funes y Salvador Sánchez Cerén.
Los exmandatarios que son prófugos de la justicia salvadoreña por casos de corrupción, fueron captados en varios momentos por las cámaras de televisión nicaragüense.
En el caso del Sánchez Cerén estaba acompañado de su esposa Margarita Villalta de Sánchez, mientras que Mauricio Funes estaba acompañado por uno de sus hijos.
Según medios locales de oposición, la cuarta posesión consecutiva de Ortega, celebrada en la plaza de la Revolución en Managua, fue la de menor asistencia hasta el momento.
Los únicos mandatarios regionales que asistieron al evento fueron el presidente de Cuba Miguel Díaz-Canel, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y el saliente presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández.
También estuvo presente el canciller boliviano Erwin Mamani pero en el caso de otros gobiernos de izquierda de la región como Argentina y México, solo enviaron representantes diplomáticos.
Ortega asumió el cargo un día después de que se instalara la nueva Asamblea Nacional, en la que oficialismo controla 75 de los 91 escaños, y en medio de nuevas sanciones contra personas relacionadas con las fuerzas militares y policiales nicaragüenses por parte de Estados Unidos.
