EL SALVADOR.– Las alfombras tienen una importancia diferente en cada cultura, pero por tradición su mayor esplendor se da en Semana Santa y específicamente e día Viernes Santo.
Con un trasfondo religioso, pero sin dejar de lado la creatividad y el arte decorativa, las alfombras son una de las mayores atracciones para los turistas durante la celebración de la Semana Mayor.
Durante esta semana es cuando podemos observar magníficas alfombras elaboradas con aserrín, flores, frutas, y otros elementos, que la feligresía católica prepara con antelación para que sean parte de las procesiones que se realizan en estas fechas.
Pero… ¿Cuál es su origen?
Según lso historiadores, las alfombras de Semana Santa se originaron como parte del ritual de consagrar el paso de una divinidad y esta práctica se caracterizó por decorar el piso con flores, hojas y frutas para evidenciar el trayecto de un ser divino.
Históricamente la tradición o costumbre era “colocar flores para el paso de sus deidades”. De hecho esta era una práctica de los españoles cuando realizaban la evangelización.
Y es que para los pueblos originarios, sus dioses o el dios de ellos no podía ni debía tocar el suelo, ni los cofrades, en su calidad de mayordomos, por tener ese contacto con la imagen religiosa, entonces deben ir en alfombra.
Es por ello que a la fecha las alfombras se elaborar para preparar el camino por donde pasará el Santo Entierro durante la tarde y noche del Viernes Santo que en el caso de Izalco recientemente fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de El Salvador.
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Estas alfombras se elaboran entre la noche del jueves y la madrugada o el resto del Viernes Santo, como parte de las tradiciones de la Iglesia Católica.
En algunos municipios y en diferentes puntos del país incluso se realizan concursos para premiar la elaboración de la mejor alfombra, que por lo general debe llevarr un mensaje de fe y esperanza. Estas son elaboradas con aserrín o diferentes elementos, incluyendo flores, y con el paso de los años han ido variando con diferentes diseños artísticos.
al pasar el tiempo, usualmente utilizando una amplia gama de colores y moldes. Casi siempre es un trabajo colectivo, que se realiza en familia y donde colaboran todos los vecinos de la cuadra o sector. Es una actividad voluntaria y deseada por los participantes.
Así, esta tradición de la Semana Santa es una de las más llamativas en nuestro país, que pone de manifiesto la devoción de los feligresía para adornar al Señor Jesucristo y revivir su pasión y muerte.
La alfombra más grande de El Salvador
En los últimoa años Sensuntepeque, en el departamento de Cabañas, se ha caracterizado por crear “la alfombra más grande de El Salvador”el día Viernes Santo.
Según los organizadores y colaboradores, en esta alfombra se utilizan más de 80 quintales de sal y colores artificiales, mide más de 200 metros, divididos en 36 fragmentos, y en su elaboración participan decenas de personas en una de las calles principales de ese municipio.
