Conoce los líquidos que dan sensación de saciedad y ayudan a adelgazar

Los líquidos tienen una gran facilidad para atravesar nuestro estómago y algunos de ellos son muy buenos para tener una sensación de saciedad.

0
1164

Mantener un peso saludable es un objetivo importante que la mayoría de las personas desean lograr.

El proceso de perder peso depende en gran medida de nuestra ingesta de alimentos. Y no es solamente lo que comemos, sino que las cantidades y los líquidos juegan también un papel muy importante.

Los líquidos tienen gran facilidad para atravesar nuestro estómago, pasando poco tiempo entre su entrada por cardias, válvula de entrada al estómago situada en su parte superior y el píloro, válvula de salida a partir de la cual empieza el duodeno.

Existe elementos líquidos con viscosidad que son mejores para tener una sensación de saciedad. Te contamos cuales son:

  • Refrescos. Si lo que buscamos es perder peso, los sin azúcar o ‘light’ serán la mejor opción. Su viscosidad es mayor de lo que puede parecer.
  • Agua. Sí, la solución de toda la vida. Tiene muy fácil acceso y es necesario beberla en grandes cantidades, de acuerdo con un informe de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, EFSA por sus siglas en inglés, el mínimo deberían ser 2 litros al día las mujeres y 2 y medio los hombres.
  • Zumos. Poco a poco han pasado de ser un elemento de desayuno a convertirse, además, en un tentempié de mediodía o tarde. Lo mejor que tiene es que, aunque no son muy energéticos, sí que contienen suficientes calorías como para tener un efecto saciante aumentado. El mejor para este caso es el de manzana, y mejor todavía si contiene pulpa. Esto se debe a que esta fruta es rica en una molécula llamada pectina, que es un gelificante, por lo que al contacto con agua espesará lo suficiente como para que el contenido gástrico adquiera viscosidad.
  • Líquidos que parecen sólidos. Por ejemplo, la sandía, que es un 95% agua. El 5% hará que se forme un puré muy líquido en nuestro estómago, disminuyendo la velocidad a la que discurre por nuestro tracto digestivo.
  • Lácteos. La leche, por mal vista que esté la lactosa en estos últimos tiempos, es uno de los alimentos fundamentales y uno de los líquidos más nutritivos que existen. Además, nos saciará debido a la presencia de cadenas cortas de hidratos de carbono. Si queremos un extra, podremos aprovechar sus derivados como el kéfir, muy de moda ahora, que además mejorará nuestra flora intestinal al ser un probiótico.
  • Café y té. Clásicos de los desayunos y de las sobremesas, también pueden ser un método para reducir el hambre que nos acecha entre horas. Si les añadimos leche, además, el contenido calórico de esta nos saciará incluso más todavía.