Los postres son necesarios después de cada comida, te contamos porqué

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Culturalmente estamos acostumbrados que después de terminar una comida sigue un postre. Entonces, tendemos así a asociar ese dulce con el placer que percibimos, que en realidad fue generado por todo el menú consumido durante la comida.

Los famosos antojos de comida a menudo son el resultado de la costumbre y la asociación: si siempre comiste algo dulce después de una comida, no te sientes satisfecho a menos que cumplas con esa necesidad.

Los dulces se asocian a menudo con recompensas y sentimientos positivos, por lo que se sienten bien cuando se los come. A esto, se le suma la preferencia natural que la mayoría de las personas tenemos por lo dulce. Además, existe una cuestión biológica que explicaría este comportamiento: la evidencia ha demostrado que el consumo regular de alimentos ricos en azúcar y grasa conduce a cambios neuroquímicos en el cerebro, que nos induce a desear este tipo de alimentos.

Además, durante la noche, la serotonina (que justamente es un neurotransmisor que nos brinda saciedad y bienestar) disminuye. O sea que anhelás algo dulce, porque los azúcares incitan al cuerpo a liberar serotonina mejorando tu estado de ánimo.

Entonces, ¿qué podemos hacer? 

No ponernos muy restrictivos, porque esto puede aumentar nuestras ansias por satisfacer esos antojos.

Pero, se puede planificar para poder elegir que alimentos dulces disfrutar sin excesos. Por ejemplo:

– No compres dulces en cantidad y tenerlos siempre porcionados.

– Dejarte un dulce en la mesita de luz puede evitar que te tientes con porciones más abundantes

-Acompáñalos con infusiones sin azúcar: capuccino, té con leche, té de hierbas, leche con miel.

– Incluí fruta, ensalada de frutas como postre en la cena.

Y recordá que siempre lo casero es mejor. Podés preparar alguna receta dulce, pero que no sea una bomba, y en ese caso, el secreto será llevarte la porción justa que vas a consumir.