Banco Mundial prevé que El Salvador crezca 2.8 % en 2023 

El Producto Interno Bruto (PIB) salvadoreño crecerá más de lo previsto inicialmente y mejoró su proyección de un 2.3 % que estimó en abril pasado a un 2.8 %

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El Banco Mundial (BM) prevé que la economía salvadoreña crezca un 2.8 % en 2023, para después desacelerar su dinámica económica a un 2.3 % en 2024.

El multilateral publicó ayer sus perspectivas económicas para América Latina y el Caribe en la antesala a las reuniones anuales del Grupo del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), programadas del 9 al 15 de octubre en Marruecos. El FMI también actualizará sus escenarios la próxima semana.

De acuerdo con las proyecciones del BM, el Producto Interno Bruto (PIB) salvadoreño crecerá más de lo previsto inicialmente y mejoró su proyección de un 2.3 % que estimó en abril pasado a un 2.8 % para el cierre de 2023. Esta tasa de crecimiento es incluso superior a la oficial, pues el Banco Central de Reserva (BCR) prevé un 2.6 %.

Sin embargo, la mejora no saca a El Salvador del último puesto de crecimiento de Centroamérica, cuyo dinamismo será liderado por Panamá, otra economía dolarizada, con una expansión de un 6.3 %.

Costa Rica será la segunda economía con mayor crecimiento, con un 4.2 %. Incluso Nicaragua, que vive una crisis política y económica desde 2018, crecerá más, con una tasa de 3.1 %.

La actividad económica de Honduras y Guatemala crecerá un 3.2 % y un 3.5 %, respectivamente

El multilateral señaló que la región de América Latina y el Caribe se ha mantenido resiliente a las múltiples crisis de las últimas décadas, con un “relativo éxito” del gran paro en 2020 por la pandemia del coronavirus.

La institución también mejoró su perspectiva de crecimiento para el PIB regional desde un 1.4 % que estimó en su último informe, a un 2 % para 2023. El BM anticipa que el crecimiento oscilará en tasas de un 2.3 % y un 2.5 % para 2024 y 2025. “Similares a las de la década de 2010 y no son suficientes para lograr los avances tan necesarios en materia de inclusión y reducción de la pobreza”, añadió.

Barreras .

Sin embargo, el BM reconoció que la región se enfrenta a varios desafíos relacionados con la “brecha en el uso” porque la infraestructura existente no podría soportar una demanda acelerada de Internet.

El costo para acceder a la conexión de banda ancha fija es prohibitivo. En el caso de El Salvador, señala el documento del Banco Mundial, el 20 % de la población más pobre tendría que destinar hasta un 25 % de sus ingresos para comprar un servicio de Internet.

William Maloney, economista jefe del Banco Mundial, destacó que la conectividad no es una “fórmula mágica” y puede incluso exacerbar las desigualdades sociales si no se hacen inversiones con la “promesa de las tecnologías para todos”.