¿Crees que conoces bien a tu pareja? Muchas veces no es así pues existen ciertos temores ocultos que a veces ni siquiera la misma persona ha podido identificar y que pueden echar a perder una bonita relación si no se resuelven a tiempo y se eliminan del paisaje amoroso.
La falta de comunicación crea los problemas mayores en una relación, por eso es tan importante hablar, expresar, decir lo que se siente, lo que gusta y lo que no gusta a la hora de la intimidad. ¿Cuáles son esos temores sexuales de tu pareja?
El temor sexual oculto de Aries.
El signo ariano, el número uno del zodíaco, tiene un secreto muy bien guardado y es que le gusta ser “cazador” y que su pareja sea como su “presa” en el amor.
Inconscientemente teme que esa persona que está con él, o con ella, no llene sus expectativas y llegar a aburrirse y dejarla si lo que desea no se cumple. Si emocionalmente se ha vinculado con alguien y surgido un sentimiento, el miedo a no tener una buena reacción en la intimidad puede cortarle las alas.
El temor sexual oculto de Tauro.
Tauro es un signo de tierra que se caracteriza por su sensualidad y ternura, precisamente ahí está su secreto o temor oculto, el hecho de ser vulnerable y poder ser manipulado en el plano sexual haciéndole perder el control y enamorándose de alguien por su físico y no por sus condiciones.
Ahí está su miedo y su preocupación, el temor a ser incapaz de separar lo externo de lo interno.
El temor sexual oculto de Géminis.
Regido por Mercurio su curiosidad es insaciable y teme perder el amor de quien está a su lado porque su manera de conducirse podría confundir a quien le interesa.
Un día muy apasionado, otro más bien indiferente o frío, todo debido a su interés en lo que la pareja le ofrece. Teme no estar correspondiendo adecuadamente y a veces se retraerá o mostrará desinterés cuando lo cierto es que sus sentimientos son otros.
El temor sexual oculto de Cáncer.
Apegado al hogar y a los recuerdos, intenso e intuitivo, maternal o paternal según el caso su gran temor es perder la estabilidad y no sentirse correspondido de la misma manera que se entrega.
Necesita una pareja estable aunque en ocasiones podría tener una aventura, pero deslinda bien los campos entre el sentimiento –amor- y un encuentro temporal.
Hará lo indecible por mantener una relación, pero cuando ya no pueda más dará vuelta al libro de su vida y se lanzará a nuevos caminos aunque nunca olvidará a quien jugó un papel importante en su vida.
El temor sexual oculto de Leo.
Siendo el signo regio, el Sol es el regente de Leo, no soporta la indiferencia. Necesita ser afirmado cada día en su Ego y aunque exteriormente muestre una gran confianza su mayor temor es no cumplir el papel que se espera de él o ella.
Le aterra tener algún tipo de problema físico o una afectación de su presencia que pueda alejar de su lado a la otra persona.
El temor sexual oculto de Virgo.
Aunque no lo parezca, Virgo está lleno de fantasías sexuales, eróticas y profundas que muchas veces no confiesa por temor una mala interpretación.
Su temor consiste en no ser entendido o ser incapaz de lograr que su pareja entre con él o con ella en esos juegos íntimos que reclama su personalidad, directa y aparentemente muy seria, pero llena de puntos sensibles cargados de erotismo.
El temor sexual oculto de Libra.
El elegante y soñador signo librano tiene un secreto que pocas veces confiesa y estriba en su necesidad de sentirse dominado.
Estar con una pareja que lleve la iniciativa y tome decisiones atrevidas, aquellas que él o ella quisieran interiormente expresar, pero esperan que sea otro quien lo haga para seguirle el juego como parte de la diversión sexual, del intercambio de pasiones.
El temor sexual oculto de Escorpión.
Se considera al signo Escorpión como el más intenso en cuestiones sexuales, apasionado, profundo. Rige los órganos sexuales y las relaciones íntimas son elementos claves de su vida.
Su temor es no poder compartir sus fantasías con su pareja ya que su mayor satisfacción está en poder tener relaciones en cualquier momento, mientras mayor sea la frecuencia mejor aunque sea un encuentro breve, pero cotidiano, no importa el lugar.
El temor sexual oculto de Sagitario.
Espontáneo, desenfadado, de mente abierta y aventurero reclama para sí una pareja que sepa disfrutar intensamente la vida sexual y no esté complicándose con situaciones ajenas a la misma.
Su temor es no contar con la salud y energía suficientes para disfrutar ampliamente la vida y su mayor fantasía es poder tener relaciones sexuales en un lugar abierto, al aire libre, donde la naturaleza sea testigo. Teme no encontrar una pareja que esté a su altura o que trate de limitar su independencia.
El temor sexual oculto de Capricornio.
A veces es difícil entender a Capricornio pues impone su presencia, parece muy austero y serio, difícil de conquistar. Por eso teme no encontrar a esa pareja que le entienda y sea capaz de ver más allá de lo externo.
Requiere estar muy entregado y enamorado o enamorada para su realización de lo contrario las relaciones íntimas serán carentes de contenido y romance lo cual es uno de sus mayores temores. Una vez que encuentra a “esa persona” poco a poco irá revelando esos deseos íntimos que a veces calla por prejuicios sociales o religiosos.
El temor sexual oculto de Acuario.
Este es el llamado signo de lo imprevisible, del elemento aire, fluido, que viaja con el tiempo, se entrega al hoy y al mañana y no hace planes de forma definitiva.
Su mayor temor es enamorarse de una persona que sea manipuladora o controladora y quiera cortarle sus alas o su independencia pues para Acuario ser libre es esencial.
Teme llegar a sentir tanto por alguien que podría quedar “atado” y antes que eso ocurra prefiere romper aunque le guste la persona. Recomendación: ¡no trates de controlar a un Acuario!
El temor sexual oculto de Piscis.
El signo pisciano es altamente sensible por naturaleza y se envuelve fácilmente cuando su pareja es dulce, tierna y comprensiva.
Su mayor temor es “empatarse” con alguien que no le entienda, o sea, alguien que le guste mucho, pero que no esté a su altura y luego debido a su naturaleza sea incapaz de dejarle y empezar una nueva vida. Su sensibilidad extrema puede convertirse en su mejor aliada o su peor consejera.
