Detenido en régimen de excepción murió en hospital Zacamil y su familia se enteró dos meses después por casualidad

El hombre era originario de Usulután. Su familia espera poder trasladar los restos para darle cristiana sepultura.

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EL SALVADOR.- Un hombre identificado como Rafael López Castellón, de 53 años de edad, quien había sido detenido en el marco del régimen de excepción y se encontraba recluido en el Centro Penal La Esperanza, conocido como Mariona, falleció hacía más de dos meses y su familia desconocía sobre su muerte porque las autoridades no les informaron lo sucedido.

Fue por “casualidad” que se enteraron de su muerte.

Según los familiares, se enteraron de la muerte de López Castellón el pasado lunes 8 de agosto cuando a solicitud del abogado que lleva el caso fueron a tramitar la solvencia de la Policía y los antecedentes penales del detenido.

Ese día, cuando un familiar tramitaba los documentos le dijeron que Rafael aparecía en el registro como “difunto”, algo que no podían creer pues en ningún momento se les notificó la muerte.

Tras la intranquilidad por la información recibida, Pedro López, hermano de Rafael viajó desde el cantón Loma de la Cruz, en Jucuapa, Usulután, para investigar sobre el estado de su familiar y fue ahí cuando confirmó que efectivamente había fallecido y a ellos no se les informó.

Según el reporte del Instituto de Medicina Legal (IML), Rafael López Castellón falleció el 1 de junio en el hospital Zacamil, en San Salvador, por un problema de circulación, pero el hombre había ingresado a ese hospital el día 17 de mayo. 20 días después de su muerte, Rafael fue enterrado en una fosa común del cementerio La Bermeja, en la capital, sin que su familia lo supiera.

“Fui a Medicina Legal de San Salvador y reconocí a mi hermano por medio del archivo digital que ellos tienen. Uno de los apellidos estaba equivocado, le habían puesto Castillo en lugar de Castellón”, manifestó el hermano.

El familiar aseguró que el pasado 30 de mayo incluso fue a dejar el paquete personal de higiene que se solicita para los reos y no le informaron nada, pese a que en esa fecha se supone que Rafael ya había sido ingresado en el hospital.

“Ha sido una injusticia que lo hayan tratado como que no era una persona. Él convulsionaba y a lo mejor estando en el penal se puso mal  o lo habrán maltratado. Uno no sabe”,  dijo German López, otro de los hermanos de Rafael.

Ahora la familia solo tiene la esperanza de poder trasladar los restos de Rafael hacia Jucuapa y darle cristiana sepultura.

Rafael había sido detenido el pasado 8 de abril, acusado por el delito de agrupaciones ilícitas; ese fue el último día que su familia lo pudo ver con vida.

Según comentaron, el hombre se dedicaba a atender un molino que tenía en su casa, pero aseguran se trataba de una persona honrada y muy trabajadora que no merecía morir de esa manera.