William George Davis, un enfermero de 37 años en Texas (Estados Unidos), podría ser condenado a muerte tras ser acusado de asesinar a cuatro pacientes por haberles inyectado aire en las arterias.
Los hechos ocurrieron en 2017 en el Christus Trinity Mother Frances Hospital en Tyler, al este de Texas, cuando William George Davis, de 37 años, inyectó a cuatro pacientes que se recuperaban de una cirugía cardíaca con aire causándoles la muerte.
Davis enfrenta un juicio por asesinato que empezó formalmente este martes con la declaratoria de no culpabilidad por parte del enfermero.
De acuerdo con sus abogados, Davis estaba “en el lugar equivocado, en el momento equivocado”, pero los fiscales acusadores afirman que el enfermero es un “asesino en serie que encontró (en el hospital) el lugar perfecto para esconderse”.
“Nadie espera que esto le suceda, ciertamente no en un hospital”, dijo al jurado Jacob Putnam, uno de los fiscales del distrito del condado de Smith, durante las declaraciones de apertura. “Vamos a pedirle que lo declare culpable de homicidio porque eso es lo que hizo”.
Putnam señaló que cada uno de los cuatro pacientes estaba en condición estable después de la cirugía hasta que todos sufrieron síntomas similares a los de un accidente cerebrovascular, y las tomografías computarizadas mostraron espacios arteriales anormales en sus cerebros. Davis era el único enfermero de turno en ese momento, dijo.
Las víctimas del enfermero fueron: John Lafferty, Ronald Clark, Christopher Greenway y Joseph Kalina.
“Un hospital es el lugar perfecto para que un asesino en serie se esconda”, dijo Putnam.
El abogado defensor Phillip Hayes describió a Davis como una víctima inocente de las circunstancias.
Hayes también afirmó que los accidentes cerebrovasculares no eran casos infrecuentes en las unidades de cuidados intensivos, donde los cuatro pacientes estaban recibiendo atención.
Davis fue detenido en 2018, pero su juicio se retrasó debido a la pandemia del Covid-19. Si es declarado culpable, al término del juicio podría enfrentar la pena de muerte.
