Descubre cómo ayuda a tu rendimiento cognitivo, un buen café por las mañanas

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La cafeína es la sustancia con efecto estimulante más consumida en todo el mundo, esta se halla integrada en la dieta, los preparados más utilizados son el café y el té, aunque también existe un consumo relevante de yerba mate, refrescos de cola y bebidas energéticas.

El efecto estimulante de la cafeína, debido a sus acciones en el sistema nervioso central, es de poca potencia. De hecho, ni la Organización Mundial de la Salud (OMS) ni los manuales diagnósticos la consideran una droga que derive en trastornos por dependencia. Sin embargo, el consumo puntual en gran cantidad puede producir una intoxicación. De la misma forma, la retirada brusca en consumidores habituales podría provocar un síndrome de abstinencia de poca duración e intensidad.

La acción estimulante en el sistema nervioso mejora la sensación de bienestar y el rendimiento cognitivo, con efectos que pueden observarse al poco tiempo del consumo (entre 15 y 45 minutos). Estos permanecerán de tres a seis horas.

Ello es más patente en personas que se hallan en condiciones deficitarias por fatiga. Por ejemplo, aquellas que deben estudiar para un examen o las que tienen un turno de trabajo nocturno. Sin embargo, la estimulación no es suficientemente potente como para conseguir efectos terapéuticos en circunstancias patológicas como las demencias o el déficit de atención.

Entre las tareas con mayor beneficio se hallan aquellas que requieren mantener la atención y concentración durante un tiempo prolongado o las que deben resolverse de forma rápida. Es decir, la cafeína mejora la atención visual y disminuye el tiempo de reacción a dosis bajas y moderadas, tanto en consumidores habituales como no habituales.