Por que las que mujeres deben dormir más que los hombres

La estructura neuronal femenina permite destacar ciertas habilidades de comunicación, de capacidad analítica e intuitiva, así como mejor memoria y cognición social.

0
735

Un adulto de entre 26 y 64 años debería dormir cada noche entre siete y nueve horas, según recomienda la Fundación Nacional del Sueño (EE UU). Sin embargo, las mujeres deberían retrasar varios minutos la hora en la que ponen sus alarmas.

Lo dice el doctor Jim Horne, neurocientífico y director del Centro de Investigación del Sueño de la Universidad de Loughborough (Reino Unido), y lo cita la Fundación Nacional del Sueño: las mujeres necesitan un promedio de 20 minutos más de sueño que los hombres.

Las multitareas cansan más

Según las conclusiones de un estudio llevado a cabo por la Universidad de Pensilvania, la estructura neuronal femenina permite destacar ciertas habilidades de comunicación, de capacidad analítica e intuitiva, así como mejor memoria y cognición social.

Todo esto hace que las mujeres estén más equipadas para la multitarea y para crear soluciones en grupo e, indica el neurocientífico, exige un mayor descanso para la recuperación.

“Es posible que este tipo de funcionamiento o actividad cerebral propicie una mayor necesidad de descanso en la mujer”, explica el doctor Javier Puertas, jefe del servicio de neurofisiología y la Unidad de Sueño del Hospital Universitario La Ribera.

A pesar que necesitan minutos más de sueño, distintas investigaciones y encuestas concluyen que las mujeres sufren más insomnio y otros problemas para conciliar el sueño. “Estadísticamente las mujeres padecen el doble de insomnio que los hombres y lo sufren más desde el punto de vista de rendimiento cognitivo y somático”, dice Puertas.

De hecho, el 63% de las mujeres que tienen entre 30 y 60 años duermen unas seis horas al día. Es decir, entre una y tres horas menos de la cantidad recomendada.

Tener una dieta equilibrada y evitar el uso de móviles, tabletas o portátiles antes de dormir porque su luz azul inhibe la producción de melatonina, una hormona necesaria en el ciclo natural del sueño”.

Esto hace que durante el día experimenten más somnolencia que puede producir distintos problemas como falta de concentración o aumento del apetito y, por lo tanto, de peso.

Puertas explica que podría haber un componente sociológico y cultural que las explique: “Socialmente se ha cargado a las mujeres con más preocupaciones que se llevan a la cama”. También existen factores biológicos que pueden alterar el sueño como el embarazo o el cuidado de los niños: “Está demostrado que el oído de la mujer es más sensible a la hora de percibir o reaccionar ante el llanto de un bebé”.

Dada la importancia de este hábito indispensable para nuestra salud, antes de recurrir a fármacos sin receta, el experto recomienda que se sigan las pautas habituales para tener una adecuada higiene del sueño: