EL SALVADOR- Algunos odian tanto su nariz que acuden a un cirujano plástico para someterse a una cirugía plástica; a otros no les importa la forma, siempre y cuando funcione adecuadamente.
Nuestra nariz es en realidad el sello de nuestra cara, si cambiamos milímetros de la punta, o la forma, nuestro rostro cambia completamente.
Si bien la forma se puede modificar, la genética es predominante y la forma de la nariz con la que nacemos define ciertos rasgos de nuestra personalidad.
Formas de narices:
Nariz nubia: las personas creativas y curiosas tienen una nariz nubia. Son optimistas y tienen una visión abierta de la vida. Son muy sociables y a menudo tienen un grupo interesante de amigos a su alrededor.
Nariz griega: las personas con narices griegas son un poco más reservadas. Les resulta difícil mostrar sus emociones y no les gusta estar en el centro de atención. Son leales, tienen una visión pragmática de la vida y siempre pueden contar con ellos.
Nariz enganchada: Esta tiene una protuberancia (pequeña) a mitad de camino. Las personas con narices enganchadas son muy ambiciosas y orientadas a objetivos. A menudo tienen fuertes convicciones y principios y los defenderán ferozmente
Nariz aquilina: las personas con narices así están decididas y bien organizadas. Se preocupan por sus carreras y el éxito profesional suele estar en la parte superior de su lista de prioridades. Estas personas son inteligentes y no renuncian antes de obtener lo que quieren, tanto profesionalmente como en sus vidas personales.
Nariz respingona: Son personas alegres, entusiastas, impulsivas y espontáneas. A menudo son populares, ya que su personalidad burbujeante atrae a muchos admiradores. Van con sus instintos más que otras personas y tienen instintos fuertes.
Nariz recta: las personas con narices formadas de esta manera tienen una personalidad fuerte y mucha confianza. Siempre son ellos mismos, sin importar la situación y están convencidos de sus propias habilidades. Debido a esto, no se sacuden fácilmente.
Nariz romana: Estas personas son muy sensibles y tienen una vida emocional muy desarrollada. Son muy empáticos y siempre están ahí para otras personas. A veces tienden a olvidarse de sí mismos.
Nariz torcida: las personas con estas narices son personas estables y confiables que son buenas oyentes. Son muy pragmáticos y siempre puedes contar con ellos.