Todo parecía un negocio normal entre alguien interesado en vender una casa y un comprador dispuesto a cerrar el trato. A finales de mayo de 2013, Alfredo Vásquez contactó a Luis Américo Salinas Chacón, luego de que éste publicó un anuncio en la plataforma virtual de clasificados OLX, vendiendo una casa en la colonia San Antonio en el municipio de San Marcos, al sur de San Salvador.
El comprador se puso en contacto con el ofertante, acordaron ver la vivienda y Salinas Chacón manifestó que le urgía venderla, debido a que su tía, que era la propietaria, estaba enferma y debían costear una operación.
El precio convenido fue de 24,000 dólares, pero Vásquez aseguró que en ese momento no contaba con todo el dinero, por lo que debía gestionar un préstamo bancario. Salinas aceptó y le dijo que también podía recibirle como parte del pago un vehículo propiedad de Salinas, que fue valorado en 8,000 dólares.
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El 17 de julio de 2013 se firmó la compraventa ante un notario. Se entregaron 6,000 dólares más los 8,000 en los que fue valuado el vehículo, sumando 14,000 dólares. Quedaron pendientes 10,000 dólares, los cuales serían pagados en un plazo de 60 días. El ofendido entregó a finales de ese mismo mes otros 4,500 dólares, más otros $500 en las vacaciones de agosto. Los restantes 5,000 dólares los canceló a mediados de agosto de 2015.
Cuando el comprador solicitó la escritura de la casa, Salinas manifestó que había un problema con una hipoteca del inmueble, de lo cual supuestamente se enteró al solicitar una certificación extractada en el Centro Nacionales de Registros (CNR). Para que Vásquez confiara que no había ningún problema, le entregó un poder firmado por su tía en el que lo facultaba para transar la casa.
Sin embargo, a finales de noviembre de 2015 llegaron a la casa varias personas asegurando que eran los dueños de la casa. Al consultar en el Registro de la Propiedad Raíz e Hipotecas de la Primera sección del Centro, en San Salvador, se confirmó que la escritura estaba a favor de otra persona y de la tía de Salinas Chacón. Los propietarios la habían adquirido el 14 de julio de 2014.
La Fiscalía General de la República (FGR) acusó a Salinas Chacón por estafa agravada, con base en el artículo 215 del Código Penal. El Juzgado Quinto de Sentencia de San Salvador condenó al imputad a seis años de prisión.
