Ya fue Juan Domingo Perón y se asomó al balcón de la Casa Rosada, abrazando de atrás a Evita (Madonna con rodete) en la Evita de Alan Parker.
Ahora, Jonathan Pryce será el papa Francisco en The Pope, una película de Netflix que vendrá a dirigir el realizador paulista Fernando Meirelles, el de Ciudad de Dios.
El parecido de Pryce con Jorge Mario Bergoglio es asombroso, y en las redes sociales desde hace tiempo circulan memes empatando las imágenes del argentino con el actor de Brazil y Game of Thrones.
El largometraje que iniciará su rodaje en noviembre relatará la elección del alemán Joseph Ratzinger como el papa Benedicto XVI, primero, luego su posterior renuncia en 2013 y su reemplazo como líder de la Iglesia católica por nuestro compatriota, que así se convertiría en el papa Francisco.
Y quien negocia para interpretar a Benedicto es nada menos que Anthony Hopkins, quien también ya estuvo por estas pampas cuando filmó La ciudad de tu destino final, en 2008, la última realización hasta el momento de James Ivory. El filme nunca se estrenó comercialmente aquí.
Tanto Pryce como Hopkins han sido vistos recientemente en producciones televisivas de HBO – Pryce como High Sparrow en Game of Thrones y Hopkins como el doctor Robert Ford en Westworld, papel por el que fue nominado al Emmy.
Netflix describe a la película como el examen “de la relación y las visiones opuestas entre dos de los líderes más poderosos de la Iglesia Católica, los cuales deben abordar sus propios pasados ??y las demandas del mundo moderno con el fin de hacer avanzar a la Iglesia”.
Una garantía es quién está detrás del filme, desde la escritura del guión. Es el neozelandés Anthony McCarten (La teoría del todo, sobre Stephen Hawking, y la próxima Darkest Hour con Gary Oldman como Winston Churchill). McCarten adaptó su obra teatral sobre los pontífices.
Pryce cumplió 70 años el 1° de junio, y es galés como Hopkins, que el próximo 31 de diciembre cumplirá 80. Ganador de dos premios Tony en Broadway, el año próximo lo veremos interpretando a Don Quijote en, precisamente, El hombre que mató a Don Quijote, de su amigo Terry Gilliam, quien lo dirigió en Brazil.
