El cambio vital que supone la maternidad va más allá de la gestación y nacimiento de un hijo, se trata de una experiencia maravillosa y enriquecedora que puede aportarnos mucho más de lo que imaginamos, pero para ello debemos dejar de lado ciertas resistencias y permitirnos vivir esta experiencia en todas sus dimensiones.
El nacimiento de un hijo nos sacude de arriba abajo y nos desarma en mil pedazos, en nuestra mano está intentar volver a montar el rompecabezas exactamente como era antes o darnos cuenta de todas las piezas extra que han aparecido para convertir nuestra vida en algo mucho mejor.
Ser madre es una experiencia maravillosa que acarrea muchísima felicidad y también muchos cambios. Desde el primer momento, tu vida y tu cuerpo ha de adaptarse a las transformaciones del embarazo y a la llegada del bebé.
Factores que influyen
Lo primero a tener en cuenta es saber que existen diversos factores que pueden influir, de una manera u otra.
Edad de la gestante
Número de embarazos previos
Hijos anteriores
Experiencias previas
Situación laboral
Situación personal: madre soltera o con pareja.
Desde el primer momento que se conoce la noticia del embarazo, pueden aparecer distintos pensamientos y sentimientos tanto positivos como negativos.
Éstos dependerán, en gran medida, según sea un embarazo planificado o no, ya que hay que ser consciente de que el traer al mundo una nueva vida, nos va a cambiar la vida de manera considerable.