Trucos saludables para recuperarte de los excesos de las vacaciones

Aunque no deberíamos llegar a este punto, lo cierto es que con el estilo de vida que llevamos a menudo es inevitable. No solo porque nos dejemos llevar por las tentaciones culinarias, sino también porque en muchas ocasiones los ritmos y horarios de comida cambian en el período vacacional.

0
803

Cada vez que pasan las vacaciones, el mayor deseo es volver a la rutina más saludable para dejar atrás los excesos de las comidas, el alcohol y los platillos de los que hemos disfrutado durante el descanso.

Aunque no deberíamos llegar a este punto, lo cierto es que con el estilo de vida que llevamos a menudo es inevitable. No solo porque nos dejemos llevar por las tentaciones culinarias, sino también porque en muchas ocasiones los ritmos y horarios de comida cambian en el período vacacional.

Lo primero y más importante es eliminar toda culpabilidad. Sentirse bien con uno mismo es, de hecho, la clave para conseguir que una dieta funcione.

Debemos tener en cuenta que nuestro cuerpo es una máquina perfecta que funciona por sí misma en la que los procesos de desintoxicación y eliminación de sustancias nocivas se producen a diario de forma natural, solo existe una forma correcta de plantear una dieta.

De acuerdo con el Doctor Agustí Molins, especialista en Nutrición y Dietética, “Después de un período de mala alimentación exceso de tóxicos, solo tiene sentido hacerlo para ayudar a esos órganos nobles a disminuir su carga de trabajo aportando alimentos a nuestra dieta que cumplan dos objetivos. Uno, dejar de incorporar toxinas (la mejor manera de desintoxicarnos) y, dos, administrar alimentos que ayuden a la función hepática y renal a llevar a cabo su tarea”.

«Lo mejor no está en tomar vasos gigantes de verduras trituradas, sino que lo necesario es volver a una dieta mediterránea, con frutas y verduras de temporada, de proximidad y, a ser posible, de cultivos biológicos», aconseja el Doctor Agustí Molins.

Volver a la rutina retomando hábitos saludables

Si prescindir de la culpa y sentirte libre y con fuerzas para comenzar la dieta -o, lo que es lo mismo, ese cambio de hábitos- es el primer paso, el segundo y en el que coinciden todos los expertos consultados es sencillo: “Consiste en retomar poco a poco nuestras rutinas y horarios de forma progresiva”, recomienda María Victoria Ramírez del Yerro, nutricionista de Clínica Dorsia.

Una vez conseguido, las pautas que comparten desde Dorsia son claras:

1. Sigue una dieta mediterránea disminuyendo el consumo de ultraprocesados y alcohol. No es necesario que se eliminen, pero que no sea un hábito diario.

2. No olvides el descanso y las horas de sueño y evita, en la medida de lo posible, el estrés.

3. Fomenta el consumo de frutas y verduras frescas, pescado, huevos, frutos secos y legumbres. El truco: hacer una lista de la compra saludable y planifica los menús evitando improvisar.

4. Intenta hacer 4 ó 5 comidas al día y crea rutina, evitando comer de forma compulsiva o excederte en las cantidades.

5. Practica ejercicio adaptado a tu forma física y preferencias para evitar lesiones y abandono del ejercicio.

Pero, ¿qué dieta se ha de seguir?, ¿qué tipo de ejercicio es el recomendado para comenzar? Lo lógico en estas ocasiones es que las preguntas se multipliquen y por eso es importante consultar con un especialista tu caso personal para que, juntos, deis con el método más efectivo y saludable. 

Sobre todo, en caso de que quieras adelgazar más kilos de los que has ganado en verano. Si se trata de pocos kilos (entre tres y cinco), basta con reducir un poco los carbohidratos y priorizar las proteínas. Así recomienda hacerlo el Doctor Molins:

– Priorizar alimentos con alto contenido en antioxidantes como los licopenos del tomate, el resveratrol de las uvas, el ácido alfa lipoico del brócoli, el poder colagogo de la alcachofa. Incluir infusiones de bolso y cardo mariano.

– Añadir nutrientes que ayuden a la hidroxilación y conjugación de nuestro hígado: la colina de la yema de huevo, la soja y los frutos secos; o la botina (una vitamina del grupo B) que encontramos en nueces, cereales, vísceras y legumbres.

– Utiliza cúrcuma (procedente del curry) o pimienta de cayena, que dan sabor a las comidas y son un excelente suplemento que ayuda al hígado en su proceso detox.

– No olvides las proteínas de origen animal (pollo, carne, pescado, huevos o marisco) ni las vegetales (brócoli, cebolla, ajo, pimientos o alcachofa), que protegen el sistema hepatobiliar. Siempre con una base de dieta equilibrada.

– Toma dos litros de agua al día para facilitar la eliminación de tóxicos acumulados. Para lograrlo, puedes añadir caldos vegetales e infusiones (el té verde es un buen hepatoprotector).

– Recurre, si es necesario, a suplementos nutricionales: aunque con una dieta equilibrada se pueden obtener la mayoría de sustancias necesarias para un detox, éstos son de gran utilidad en los procesos de limpieza, ya que concentran mas cantidad de esas sustancias de ayuda que contiene los alimentos.

Los expertos recomiendan beber caldos vegetales a base de cebolla, hinojo, apio, perejil puerros y limón. E infusiones (a las que puedes poner hielo, todavía hace calor) de boldo, cardo mariano, cola de caballo, alcachofera y té verde.

Para regresar a las rutinas de ejercicio, la clave es hacerlo poco a poco pero con ganas.

Tips básicos para limpiar el cuerpo y eliminar ese kilo extra:

– Entrenar por lo menos tres veces por semana, mezclando ejercicios de cardio con fuerza y tonificación (siempre de mano de un entrenador).

– Un día a la semana, incorporar HIIT: un entrenamiento por intervalos de alta intensidad que ayudará a acelerar el metabolismo basal y quemar más calorías durante el día.

– Entrenar en compañía de una amiga o un grupo para aumentar la motivación y que cumplir objetivos sea más fácil y divertido.