“El baldazo”, las insólitas tradiciones para recibir el Año Nuevo

Estos rituales tienen como objetivo iniciar el nuevo año con prosperidad; así como para cerrar un ciclo y empezar otro con buen pie.

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Estamos a pocas horas de finalizar el 2022 y recibir el esperado 2023, y con ello muchas personas se preparan, en lo que está dentro de sus posibilidades, para que sea un año de bienestar y prosperidad.

Entre los rituales más conocidos de la última noche del año y para recibir el año nuevo, con el fin de asegurar la prosperidad, están las tradicionales 12 uvas, que se come una por cada campanada a las doce de la noche mientras se pide un deseo.

Sin embargo, hay distintas formas de celebrar el año viejo y dar la bienvenida al año nuevo, y muchas son parecidas entre sí, con una que otra variante dependiendo del país; otras están estandarizadas por toda la región basados en tradiciones provenientes de otros países, pero hay otras que son poco comunes y podría decirse hasta insólitas.

Los rituales menos conocidos de año nuevo

“El baldazo”

El agua es un potente catalizador de cambio y de renovación, es por ello que en algunos países se acostumbra tirar agua por la ventana en el último día del año, y tienes que andar con cuidado, no vaya a ser que te caiga un balde de agua en la cabeza mientras caminas por la calle.

En Uruguay se celebra “el baldazo”, un ritual que consiste en tirar un balde lleno de agua por la ventana hacia la calle. 

Se cree que esta tradición ahuyenta las penas del año que se termina y le da la bienvenida a uno lleno de prosperidad.

En Cuba se hace algo similar llamado “el cubazo”, que al igual que en Uruguay, consiste en lanzar un balde de agua por ventanas y balcones. Esto tiene dos objetivos: limpiar las energías y dar diversión a los vecinos.

Tirar papeles

Otra variante del agua es lanzar papeles por las ventanas. En Uruguay igualmente se acostumbra a tirar los viejos calendarios (o almanaques) ya rotos o quemados.

Esto obedece a la tradición de deshacerse de todo lo viejo para hacerle espacio a los nuevos objetos que te traerá el año nuevo.

No necesariamente tienen que ser calendarios. En algunos países acostumbran a limpiar la casa a fondo como acto purificador, ya sean esos zapatos que ya no usas o algo que no necesites.

En otros lugares hay quienes barren la casa, asegurándose de sacar el polvo desde adentro hacia afuera por la puerta. Pero hay que asegurarse de limpiar lo más profundo posible, cada esquina, para evitar que las energías del año viejo queden en la casa.

La quema del año y “las viudas”

Al igual que el agua, el fuego es un elemento que significa renovación o purificación.

Es por ello que en muchos países latinoamericanos se quema un muñeco o monigote hecho de materiales inflamables, como papel, aserrín y ropa vieja.

En Ecuador es popular la “quema del año viejo”, una práctica con orígenes en los tiempos de la colonia que consiste en quemar un muñeco. Este puede representar a un personaje famoso, ya sea real o ficticio, como un político o el protagonista de una película.

Esta tradición viene acompañada de “las viudas”, hombres vestidos de mujeres con exagerado maquillaje y peluca que “lloran” por “el viejo” mientras pasean entre el tráfico pidiendo una recolecta que después utilizarán para la fiesta.

Minutos antes de la medianoche, se da lectura al testamento, preparado con mucho humor y sátira, en medio de los llantos de dolor de las viudas. La gente asiste celebrado haciendo otros rituales, como las doce uvas y el paseo de las maletas.

En el norte de Chile en cambio se lleva a cabo la “Quema de Monos”, que son enormes figuras de papel reciclado y objetos viejos que simbolizan las malas experiencias del año que va.

La práctica de la quema de muñecos se extiende también a Nicaragua (donde se le llama “El viejo”), Colombia, Perú, México y algunas zonas de Venezuela y Argentina.

Otra variante que se practica en muchos países, mucho más simple, es escribir un número de deseos para el Año Nuevo (generalmente tres) en un papel, o anotar lo malo del año viejo, y quemarlo a la medianoche con las precauciones respectivas.

Lentejas, pero no para comer

Si buena fortuna quieres tener, lentejas debes comer. Se cree que este alimento significa no solo buena salud sino también fortuna.

Hay quienes no se limitan solo a comerlas. También hay personas que procuran poner lentejas en aquellos lugares donde suele haber dinero, como los bolsillos de la ropa o la billetera.

También hay quienes reciben el Año Nuevo abrazando a sus queridos con un puñado de lentejas en la mano, o quienes colocan estos granos en los rincones de la casa para procurar que la buena suerte llegue al hogar.

La costumbre no se limita solo a lentejas sino también a distintos tipos de granos, como el arroz. Se colocan en un plato con una vela que se deja encendida durante la noche del 31 y después se entierran.

Muchas personas creen que las lentejas les recuerdan a las monedas de la Antigua Roma y que por eso la costumbre que proviene de Italia.

Aunque la gente no se basa solamente en tener cerca un puñado de lentejas o arroz para llamar a la suerte y el dinero.

En México hay personas que acostumbran a regalar borreguitos por considerar que es un animal que trae dicha (no en vano, los mexicanos se refieren al dinero como “la lana” de forma informal).

En Costa Rica la gente acostumbra también a llevar una rama de Santa Lucía, una planta de flores moradas de la que se cree trae buena suerte. Se coloca en billeteras y bolsos para que no falte el dinero.

Ekeko

En Perú y Bolivia no puede faltar el ekeko, una figurita de unos pocos centímetros que representa a un hombre vestido a la manera típica de los altiplanos andinos.

Aunque el culto a este personaje no se limita al Año Nuevo, las personas lo toman como una oportunidad idónea para tener presente a esta deidad aimara.

Se dice que el ekeko viene cargado con una gran cantidad de bultos llenos de comida y objetos de necesidad. Y si se le cuida bien traerá abundancia y alegría.

Pero cuidado, porque si se le descuida o abandona, el ekeko puede revertir las cosas y traer infortunio.

EL cuidado de este amuleto a finales de año coincide también conque en enero se celebra la Feria de la Alasita, una fiesta tradicional del que el ekeko es una figura central.

El huevo

En algunos países de Centroamérica se acostumbra a cascar un huevo y ponerlo en un vaso con agua. Hay quienes lo dejan toda la noche del 31 de diciembre a la intemperie al lado de la ventana, o incluso lo ponen bajo la cama.

Se dice que la forma que adopte el huevo será lo que depara el nuevo año.