Condenan a sujeto que agredió sexualmente a su hijastra desde los 8 años y ella lo denunció al ser mayor de edad

El sujeto se desempeñó como maestro de música en un colegio, pero fue despedido hace más de seis años.

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EL SALVADOR. – Un hombre identificado como Erick Gerardo González Arteaga fue condenado el pasado jueves 8 de diciembre por el delito de Agresión Sexual en Menor Incapaz en modalidad continuada, en perjuicio de su hijastra, desde que la víctima tenía 8 años de edad, según investigaciones de la Fiscalía General de la República (FGR).

Los hechos iniciaron hace más de diez años, según una publicación de la víctima en redes sociales, en la que aseguró que su agresor no solo le arrebató “su infancia e inocencia” sino también a su familia cuando decidió denunciarlo al cumplir la mayoría de edad.

“Este es el hombre que me arrebató no solo mi infancia y mi inocencia, sino que también me hizo perder a mi mamá, mi abuelita y a mis hermanos, al tener que escoger su lado cuando denuncié el abuso del que fui víctima a manos de él” escribió la joven, junto a una fotografía de su agresor, al que señaló de presentar una imagen ante las personas, diferente a la de sus actos con ella.

“Decidí no perdonarlo, ni olvidar, a pesar de los ruegos, la incredulidad de muchos, los ofrecimientos monetarios. Porque NADIE merece pasar por lo que yo pasé o cosas aún peores y todos deberíamos tener una familia que nos quiera, nos crea y nos proteja” sostuvo la joven en su testimonio.

Con esta frase, la joven dejó entrever que su familia, incluida su madre, no le creyó cuando les dijo lo que sucedía con su padrastro, y lejos de un apoyo, recibió presión para no denunciar los hechos. Asimismo, perdió toda comunicación con ellos.

“A mis hermanos, por si leen esto, los amo y siempre los voy a amar, sé que ahorita les duele y no lo entienden, pero esto tenía que parar” finalizó la joven.

El condenado era maestro de música, pero fue despedido por faltas

Tras la noticia de la sentencia, en la red social los usuarios comenzaron a señalar que el condenado era reconocido en el ámbito cristiano, e incluso lo identificaron como maestro de un colegio del municipio de Santa Tecla, en el departamento de La Libertad. Ante estos comentarios, las autoridades de la institución señalaron que el hombre fue despedido hace varios años por faltas a sus compromisos laborales.

“Él es muy buen músico y era maestro de música, pero dejó de trabajar en nuestra institución hace aproximadamente seis años porque prescindimos de él ya que en algunas ocasiones no se presentaba a trabajar y alegaba que estaba enfermo” señalaron las autoridades de la institución educativa.

En términos de jurisprudencia, el delito por el que fue condenado Erick Gerardo puede incluir una violación en sí, o intentos de violación; así como cualquier contacto sexual no deseado por parte de la víctima, los cual por lo general ocurre cuando el agresor toca cualquier parte del cuerpo de otra víctima sin su consentimiento con fines sexuales, incluso si el contacto es a través de la ropa.

Es de señalar que en mayo de este año la Asamblea Legislativa avaló incrementar las condenas por el delito de violación que antes era castigado con penas de entre seis y 10 años de cárcel y se establecieron condenas de entre ocho y 12 años de prisión, acorde y proporcional al daño infligido a la víctima.

El delito de violación es “una de las más grandes vulneraciones a los derechos humanos de las personas, afectando no solo la toma de decisiones presentes y futuras, sino poniendo en riesgo sus relaciones cercanas” dijo en esa ocasión, la diputada presidenta de la Comisión de la Mujer, Alexia Rivas, luego que el pleno aprobó las reformas a los artículos 158 y 162 del Código Penal con 81 votos.

En el caso de González Arteaga, el juez dictó una sentencia de 16 años de prisión tras valorar y aceptar las pruebas presentadas por la Fiscalía.

“Él fue condenado a 16 años de prisión por el delito de abuso sexual agravado en menor incapaz, en su modalidad continuada, a pesar de que todo parecía estar en mi contra. Yo era mi propio testigo y él sigue teniendo muchas personas que lo protegen y lo apoyan” agregó la víctima tras la sentencia.