Ian se debilita pero cifra de muertos aumenta tras su paso en Florida

Ian ha dejado al menos 38 muertes en Florida, y pese a debilitarse aún persiste el riesgo de inundaciones, y los ríos están llegando a niveles peligrosos.

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Foto: Gerald Herbert / AP/ Los daños causados por el huracán Ian en Estero Island, en Fort Myers Beach, Florida, el 30 de septiembre del 2022.

El huracán Ian, una de las tormentas más fuertes y destructivas de la historia de Estados Unidos, avanza ya como ciclón post-tropical por Carolina del Norte y Virginia, tras provocar al menos 38 muertes en Florida, donde llegó con categoría 4 y Carolina del Sur, según cifras oficiales.

Pese a debilitarse, persiste el riesgo de inundaciones, y los ríos están llegando a niveles peligrosos por las lluvias ante el lento avance de la tormenta.

El Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés) advirtió de inundaciones récord en partes de Florida, y crecidas del agua repentinas en los Apalaches y el Sureste durante el fin de semana.

Ian arrastra vientos máximos de 25 millas por hora, según el NHC, y se espera que se disipe sobre el centro-sur de Virginia durante la noche del sábado. Pero continúan los rescates en las comunidades afectadas por su paso, complicados por cortes de energía y teléfono, según Brendan McPherson, responsable de la Guardia Costera en Florida, Georgia y Carolina del Sur.

“Es uno de los mayores retos”, explicó, “inmediatamente después de la tormenta activamos equipos aéreos de búsqueda y localización de personas que necesitaban ayuda”. Hasta este sábado, dijo, ha rescatado a 325 personas y a más de 100 animales domésticos.

A la mayoría de las zonas aisladas en el suroeste de Florida se ha podido acceder ya por aire o con equipos de rescate que van puerta a puerta en barco, añadió. En Florida, 1.3 millones de hogares y negocios siguen sin electricidad el sábado, tres días después de que Ian azotara el estado. En Carolina del Sur, más de 35,000 clientes.

Residentes de Fort Myers, una de las zonas más afectadas, vadeaban el viernes aguas que les llegaban hasta las rodillas, rescatando con balsas y canoas las posesiones que podían de sus casas inundadas.

“Quiero sentarme en una esquina y llorar. No sé qué más hacer”, dijo Stevie Scuderi a la agencia de noticias The Associated Press (AP) después de arrastrar los pies por su apartamento de Fort Myers, prácticamente destruido, con barro pegado a sus sandalias.

En Carolina del Sur, Ian tocó tierra el viernes cerca de Georgetown, una pequeña comunidad en la bahía de Winyah, a 60 millas al norte de la histórica ciudad de Charleston. La tormenta arrasó cuatro muelles, incluidos dos de la ciudad turística de Myrtle Beach.

El presidente, Joe Biden, aprobó una declaración de emergencia para Carolina del Norte, autorizando la ayuda federal a todos sus 100 condados, así como a la Banda Oriental de Indios Cherokee.

Pero aunque se espera que los vientos de Ian se disipen esta noche, es probable que estas comunidades, desde las ciudades turísticas de la costa hasta los suburbios del interior, sigan experimentando los efectos de las inundaciones por las lluvias y el desbordamiento de los ríos, y que los trabajos de reparación no podrán comenzar en serio hasta que baje considerablemente la velocidad del viento.

Se espera que la tormenta produzca entre 2 y 4 pulgadas más de precipitaciones el sábado, con un máximo de 6 en partes de los Apalaches centrales y Carolina del Norte. 

(Noticias Telemundo)