Así operan autores de desapariciones en El Salvador según estudio de FESPAD

Según la evidencia empírica, la desaparición de personas es un crimen que inicia con la privación de libertad, seguido del ocultamiento del paradero y destino final la víctima, irrumpe como práctica criminal en la posguerra desde hace casi dos décadas.

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EL SALVADOR.- La Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (FESPAD), presentó este miércoles la investigación denominada: “Desaparición de personas en El Salvador”, revelando que la forma de cometer este crimen ha mutado haciendo más difícil las investigaciones, y destacando además que ahora están involucrados más sectores y no solo se adjudica al accionar de las pandillas.

Saúl Baños, Director Ejecutivo de FESPAD, explicó que a través de este estudio se pudo verificar que en algunas ocasiones quienes son los autores de desapariciones son miembros de la Policía Nacional Civil (PNC), o Fuerza Armada, quienes comenzaron a utilizar los mismos cementerios clandestinos de las pandillas para ocultar a sus víctimas, como un mecanismo de venganza.

Destacó además que hay una mutación en la forma de esconder cadáveres, pues ahora los cuerpos de las personas desaparecidas están siendo ocultados en manglares, haciendo que la investigación sea más complicada para las autoridades. Esta manera de ocultar cadáveres se detectó específicamente en Jiquilisco departamento de Usulután.

“Creemos que los grupos, las personas que están desarrollando materialmente el acto de desaparición también van complicando la poca capacidad estatal para investigar, para las labores de búsquedas. El estudio identifica, por ejemplo, unas practicas que hasta hace unos años o unos meses no conocíamos, como el hecho de que existen y siguen existiendo los clásicos cementerios clandestinos, pero ellos están utilizando por ejemplo los manglares, eso no lo habíamos visto” señaló Baños.

El director explicó que los cuerpos son desmembrados como se había venido haciendo, pero ahora las piezas de los víctimas son repartidas con el propósito de que las autoridades no puedan dar con el paradero de estas personas.

Según la evidencia empírica, la desaparición de personas es un crimen que inicia con la privación de libertad, seguido del ocultamiento del paradero y destino final la víctima, irrumpe como práctica criminal en la posguerra desde hace casi dos décadas.

De acuerdo con el director de FESPAD, en 2019 y 2020 la cifra de personas desaparecidas superó a la cifra de personas asesinadas en el país, lo cual calificó como “sumamente grave”.

En ese sentido, expresó que esperan que este estudio contribuya a sensibilizar a la sociedad sobre la alarmante dimensión del fenómeno y sus diversos impactos.

El estudio consta de 194 páginas dividido en ocho capítulos, en los cuales se abordan antecedentes y evolución de fenómeno actual de la desaparición de personas, así como el contexto facilitador del fenómeno actual. Además contiene 20 recomendaciones para las autoridades a fin de detener las desapariciones, homicidios y expresiones de violencia.

Puede consultar el documento completo de la investigación en: https://drive.google.com/file/d/1U6d8M8h0RgZmZ0jx4gdhnAeu-pn_o3CN/view

Por último, la investigación señala que la impotencia, el miedo, la culpa y la incertidumbre angustiosa provocada por el desconocimiento del destino que han tenido sus seres queridos dejan graves secuelas emocionales a las familias de las víctimas.