En el marco de la celebración del “Día Internacional de la Mujer”, considero importante recordar el valor que Dios otorgó a ese ser único desde el instante mismo que decidió poner con ella, broche de oro a su creación.
El manual de vida por excelencia, Biblia, contiene historias de mujeres usadas por Dios en distinto tiempo y diferentes circunstancias, que dejan al descubierto todo el potencial en ella.
El papel que ha desarrollado la mujer en la historia, le ha permitido avances importantes en la sociedad y la política del presente tiempo. A pesar, que la mujer tiempo atrás, fue cosificada en la sociedad machista, su fortaleza y coraje, han bastado para que abra camino a su paso, haciendo uso de las capacidades mentales y físicas que posee al igual que él hombre, siendo la forma anatómica de su cuerpo la única diferencia que Dios marco entre ellos.
El valor que Dios dio a la mujer más allá de ser el transporte humano para el planeta tierra. O la designada por la sociedad para lavar platos, fregar pisos o desarrugar camisas. La mujer es ese ser único dotada de maravillosos dones, cuenta con la capacidad de crear oportunidades que por mínimas que sean las sabe aprovechar muy bien en beneficio de ella y de su núcleo familiar. La mujer de hoy está presente en las diferentes profesiones existentes sin importar la capacidad mental y fuerza física que esta requiera. El tono de su voz, su gracia y todos los atributos propios que Dios puso en ella, son motivo de inspiración para diseñadores de modas, poetas, artistas, cineastas, compositores y escultores, por mencionar parte de la sociedad que gira alrededor de la mujer.
Lamentablemente en este tiempo aún existen hombres que con su fuerza física esconden la debilidad mental que poseen agrediendo a la mujer física, sexual, psicológicamente o económicamente. Esta violencia de género es una batalla que debemos de librar todas, porque, aunque no seamos víctimas de este mal somos parte del género femenino, y debemos instruirnos en el tema para poder ser mujeres significativas en la vida de aquellas que sufren violencia en cualquiera de sus formas.
Mujer te invito a que recuerdes que tu creador te dio un valor profundo cuando te diseño con sus propias manos. Y te invito a que antes de buscar triunfar en cualquiera de los diferentes roles que desarrollas, triunfes como mujer amándote, respetándote, valorándote, aceptándote y defendiendo tu identidad. Sabiendo que “ya no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, sino que todos somos uno en Cristo Jesús” Gálatas 3:28.
¡Mujer! Abraza tu vida en la conmemoración del Día Internacional de la Mujer
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