Ácaros de polvo: Conoce dónde se propagan, qué provocan y cómo evitarlos en casa

Se estima que el número promedio de ácaros por gramo de polvo es de 100 a 500. También se han contado hasta 19 mil ácaros por gramo.

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Los ácaros del polvo miden entre 0,2 y 0,5 mm, no pueden verse a simple vista y pertenecen a la subclase de los ácaros (dentro de la clase de los arácnidos) y habitan en casi todos los lugares del mundo, prefiriendo las zonas de clima templado y humedad relativa alta. 

Las especies más comunes son Dermatophagoides farinae, Dermatophagoides pteronyssinus y Euroglyphus maynei.1​
Los ácaros del polvo o ácaros domésticos son componentes de la familia Pyroglyphidae de la clase arácnidos (Arachnida) y familiares directos de las arañas y garrapatas.

Ácaros de polvo

Son tan pequeños que sólo son visibles con un microscopio. Se desarrollan con facilidad en lugares húmedos y tibios. 
Son muy persistentes y se multiplican mejor cuando existe una relativa humedad del aire de más o menos 75 – 80% y una temperatura de por lo menos 21 °C. 

Son escasos en lugares secos y situados en altura y mueren cuando la humedad del aire baja de 40 -50%, se alimentan de escamas de la piel humana y proliferan en las fibras textiles, especialmente naturales: camas, alfombras, edredones de pluma, mantas, colchones de lana, vestuario, cortinas, almohadas y cojines, roperos, muebles, y asientos de automóviles, sobreviven a la aspiradora, ya que cuentan con uñas como garfios en las patas, con las cuales se “agarran” o se sujetan al material correspondiente.

¿Cómo se produce?

Descubren cómo los ácaros del polvo provocan alergia - Superdeporte

El polvo de casa es la principal fuente de alérgenos del interior de las viviendas, y es un ecosistema complejo compuesto por una mezcla de materia inorgánica y orgánica, que incluye escamas de piel humana, fibras, esporas de hongos, bacterias, virus, pólenes, insectos, derivados dérmicos de animales, restos de alimentos, plantas de interior y ácaros.

El material inorgánico que contiene el polvo no produce sensibilización alérgica, mientras que el componente orgánico existente puede actuar como irritante o como alérgeno. Cualquier proteína presente en el polvo se puede comportar como alérgeno si es capaz de estar suspendida en el aire, ser inhalada y llegar hasta las vías respiratorias induciendo una respuesta alérgica mediada por IgE.

Es importante saber que la susceptibilidad para padecer enfermedades alérgicas respiratorias depende de la predisposición genética y de la exposición en condiciones adecuadas, es decir, en cantidad y tiempo suficiente, a determinadas sustancias que se comportan como alérgenos.

La sensibilización a alérgenos presentes en el interior de las viviendas es más importante para el desarrollo de asma que la sensibilización a alérgenos de exterior. Aunque se puede ser alérgico a una o más de las sustancias orgánicas presentes en el polvo, son los ácaros domésticos la fuente principal de alérgenos del polvo de casa, produciendo potentes alérgenos capaces de sensibilizar e inducir síntomas respiratorios en las personas sensibilizadas.

¿Qué provocan?

Alergia a los ácaros del polvo: Síntomas, tratamiento y prevención [2020]

Los ácaros provocan alergias

Síntomas de la alergia a los ácaros son, en la mayoría de casos, de tipo respiratorio: rinitis y asma. En algunas regiones de nuestro país la sensibilización a los ácaros afecta a más del 30% de la población y al 90% de los asmáticos.

En el caso de la rinitis el paciente sufre episodios, ­preferentemente matutinos al levantarse de la cama, de estornudos en salva (más de 10 estornudos consecutivos), picor nasal, hidrorrea copiosa (goteo nasal) y congestión nasal intensa.

Aproximadamente un 30% de estos pacientes puede presentar también síntomas de asma que se manifiestan en forma de accesos de tos, opresión torácica, sibilancias e intolerancia al ejercicio físico o a la risa. Los síntomas suelen ser perennes, es decir, se producen durante todo el año, aunque pueden experimentar exacerbaciones en primavera y en otoño.

Los síntomas oculares son más raros que en la alergia al polen. También se ha sugerido que los ácaros pueden desempeñar un papel importante en la patogenia y en las exacerbaciones de la dermatitis atópica.

Por último, los ácaros son capaces también de contaminar determinados alimentos elaborados con harinas enriquecidas utilizadas para rebozados o repostería y producir cuadros de anafilaxia (la manifestación más grave de la alergia).

Estas son las formas para evitarlos

Cómo prevenir las alergia a los ácaros del polvo en los niños
  • Ventilar bien la casa. Hay que hacerlo diariamente, poniendo especial énfasis en los dormitorios, ya que los ácaros tienen una especial predilección por los colchones y las almohadas. Se deben mantener las ventanas abiertas durante al menos media hora para que el aire se pueda renovar completamente.
  • Limpiar el polvo. Deberá hacerse sin levantarlo, utilizando un paño húmedo para evitar que tanto el polvo como los ácaros pasen el aire y queden en suspensión. Se recomienda, además, utilizar el aspirador en lugar de barrer y, si en casa hay algún alérgico a los ácaros, este deberá tener un filtro especial.
  • Humedad ambiental. Los ambientes húmedos favorecen la proliferación de ácaros, por los que las condiciones de humedad del hogar deben mantenerse por debajo del 50%. El uso de aire acondicionado o de aparatos deshumidificadores es una manera de lograrlo en climas húmedos.
  • Colchón y almohadas. Es sorprendente la cantidad de ácaros que se acumulan en ellos, ya que la temperatura que el cuerpo humano les confiere favorece su ciclo reproductivo. Conviene saber que en el mercado existen fundas antiácaros que impiden que se concentren en estos elementos de la cama, pero si no se dispone de ellas se recomienda pasar también el aspirador por encima del colchón y las almohadas, siempre con el correspondiente filtro.
  • Lavado de sábanas. Hay que cambiar las sábanas al menos una vez a la semana. En cuanto al lavado, lo cómodo, no cabe duda, es hacerlo en frío. Sin embargo, de hacerse así, buena parte de los ácaros y sus crías se mantendrían en ellas y con vida. Lo ideal es lavarlas con un programa de 60oC.
  • No a las alfombras y moquetas. Si se decide obviar las recomendaciones de no tenerlas en casa por ser un hábitat ideal para estos pequeños arácnidos, es fundamental limpiarlas correctamente y de forma habitual.
  • Productos químicos. En los supermercados se encuentran con facilidad productos acaricidas, similares a los insecticidas que se utilizan contra los mosquitos, y que carecen de toxicidad para el ser humano. El problema es que no eliminan a los ácaros muertos que igualmente tienen un efecto alergénico, por lo que después de utilizarlos habrá que limpiar siguiendo las indicaciones ya expuestas.