El Salvador _ El Tribunal 2° de Sentencia de San Salvador, continuó este miércoles, el juicio contra Adán Salazar (alias Chepe Diablo) y su grupo familiar acusados de lavado de dinero y activos continuado.
En la diligencia fueron escuchados los análisis de los peritos que escrutaron el patrimonio del clan familiar conformado por Salazar, Romelia Guerra Argueta, Susana Salazar de Cruz, Sara Paz Martínez Bojórquez y Juan Umaña Samayoa.
En esta audiencia, se escuchó el perito contable propuesto por la Fiscalía General de la República, quien reveló que había evidencias que comprobaban los testimonios de los empleados de la importadora de granos Gumarsal, en los que afirmaban que los representantes de la alta gerencia les pidieron crear sociedades para asegurar los pagos de salarios y gastos operativos porque era “necesario solucionar el supuesto problema financiero”.
“Lo que se observó con la pericia, es que eran sociedades vinculadas al señor Juan Umaña, Wilfredo Guerra y que luego fueron vendidas a sociedades creadas en Panamá…pero que el beneficiario final siempre era el conglomerado GUMARSAL…” señaló el fiscal del proceso.
Asimismo se estableció, con la pericia financiera contable, que las sociedades no contaban con el capital suscrito para funcionar y obtener ganancias que estas empresas reflejaban y que no tenían un soporte jurídico, ni documentos legales, que respaldaran que las nuevas sociedades adquirían los bienes o inventarios de las sociedades.
Por otra parte, el perito concluyó que en la mayoría de transacciones de negocio se identificaron elementos que indicaban que las sociedades presentaban operaciones de depósitos en sus cuentas bancarias superiores a los ingresos de efectivo, provenientes de su facturación, a préstamos recibidos por particulares, accionistas y del Sistema Financiero.
