EL SALVADOR.- Cada 2 de abril se dedica al Día Mundial del Autismo y El Salvador se une a esta iniciativa.
El autismo es un trastorno neurológico complejo que generalmente dura toda la vida, es parte de un grupo de trastornos conocidos como Trastornos del Espectro Autista (TEA) y hace referencia a un conjunto amplio de condiciones que afectan al neurodesarrollo y al funcionamiento cerebral, dando lugar a dificultades en la comunicación e interacción social, así como en la flexibilidad del pensamiento y de la conducta.
La realidad en El Salvador
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en algunos países desconocen los datos sobre este padecimiento y El Salvador es parte de las naciones que no cuenta con este tipo de estudio.
Padres de familia con niños autistas es El Salvador manifiestan que la situación de tener un hijo con autismo es complicada en el sentido en que los centros educativos nacionales se resisten a atender a los menores que sufren dicho trastorno pues alegan que no tienen maestros especializados para ello, a tal grado que tienen que costear un maestro privado especializado aparte del centro educativo.
Por otra parte, otra barrera enorme es el desconocimiento de las personas acerca del tema y que también existe cierto grado de rechazo hacía el comportamiento diferente de los niños autistas.
En este sentido, la inclusión es un tema difícil de afrontar para las familias ya que por lo general no se encuentran preparadas para dicho diagnóstico y para afrontar la actitud de otras personas que juzgan el comportamiento de un autista sin saber el porque es de dicha forma.
¿Qué instituciones hay en el país para atender el autismo?
En El Salvador existen la Asociación Salvadoreña de Autistas (ASA), Instituto Salvadoreño de Rehabilitación Integral (ISRI) y el Centro de Rehabilitación Integral de Oriente (CRIOR), entre otras instituciones, que atienden a niños autistas.
En estos lugares se les brinda a los niños ayuda con psicólogos, terapistas (físicos y de lenguaje) para que ellos puedan integrarse a la vida en familia y a las aulas regulares.
Los síntomas fundamentales del autismo son dos:
- Deficiencias persistentes en la comunicación y en la interacción social.
- Patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades.
El diagnóstico definitivo se puede realizar a los 3 años de edad, cuando en los menores se puede apreciar ciertas características como: obsesionarse con un objeto en particular, rutinas repetitivas, peculiaridades en el habla y el lenguaje, hablar de manera formal o monótona.
