Hermanos lejanos están solos prepárense para retornar al país

0
416

Al parecer, el retorno de los hermanos lejanos estadounidenses en caso de no aprobarse la renovación del Estatus de Protección Temporal (TPS, en inglés) es incierta pues no se conocen a ciencia cierta los programas con los que se brindará total asistencia a los connacionales.

Cómo asegurar que llegarán a un país seguro, donde no les cobrarán la renta en caso de querer emprender un negocio, qué confianza se le da que no vienen a hacer crecer la lista de los asesinados producto de la delincuencia, cómo asegurar su futuro, si todo es incierto aún para los que viven aquí.

El experto en seguridad y criminología, Ricardo Sosa lamenta que hayan pasado más de dos años entre precampaña, campaña y un año del gobierno del presidente Donald trump y el Estado salvadoreño nuevamente siga lento, ausente, indiferente, dejando pasar el tiempo, haciendo gestiones timoratas, dando espacio a los “Protocolos” y “así funcional la diplomacia”, ya que a ese paso se pierden litigios internacional por tomar los casos al “suave” y dejando que las cosas pasen.

Haciendo creer que se tiene el control, señala Sosa.

El experto en seguridad considera que “el nivel de escenarios posibles con deportaciones de salvadoreños en ilegalidad con antecedentes de crímenes y delitos miembros del crimen organizado transnacional; con una posible no renovación del Estatus de Protección Temporal que protege a 190,000 salvadoreños los cuales son personas trabajadoras que pagan impuestos y aportan su fuerza de trabajo y aportan al desarrollo la economía de Estados Unidos muchos de ellos mano de obra calificada, deberían ser suficientes para que el señor presidente de nuestro país rompiera cualquier protocolo y viajara de manera permanente a buscar las gestiones”.

Sosa advierte que el presidente debe decir la verdad que El Salvador no ha hecho la tarea, y que la protección “temporal” nunca se ha atendido desde 2001 para preparar el retorno los compatriotas sino más bien son alivio para miles de salvadoreños que dependen de las remesas que reciben para comer y sobrevivir.

El experto en seguridad y criminología indica que cada gobierno se ha preocupado por renovar por 18 meses en cada ocasión, y dejarle el problema al siguiente gobierno aunque sea del mismo partido político.

Advierte además de que no se han resuelto las condiciones que motivaron a Estados Unidos ayudarnos, se tiene una epidemia de homicidios, y que ya sobrepasan las muertes violentas durante la guerra, que hay un nuevo drama que son los “desaparecidos” por el crimen organizado y las pandillas, y que la sangre y el hambre siguen siendo los principales problemas de El Salvador.

En su publicación menciona además que no se trata de “arrodillarnos” como dijo públicamente un señor diputado, sino de decir la verdad, no estamos preparados como país para recibir a nuestros hermanos trabajadores que se fueron por la inseguridad y falta de empleo, y de sumar la llegada de deportados con antecedentes criminales.