El presidente venezolano Nicolás Maduro, es juramentado este jueves para tomar posesión en el Gobierno, en medio de un ambiente tenso a raíz de las fricciones diplomáticas con EE.UU.
La tensión es a causa de que la oposición considera invalida la reelección del pasado 20 de mayo del 2018 y recibe apoyo desde el extranjero, por su parte el gobierno venezolano acusa a Washington de un complot anti constitucional.
El gobierno venezolano considera esta nueva escalada internacional como una acción dirigida a “alentar” un “golpe de Estado”, con especial apoyo de los gobiernos de Brasil, Colombia y Guyana, vecinos de Venezuela.
Si de por si la crisis política en Venezuela ya era complicada todo ha empeorado entre diciembre pasado y en lo que va de enero, ya que en ese período, la Cancillería venezolana ha emitido más de 10 comunicados para responder a las “agresiones” del Grupo de Lima, que Caracas señala como un hecho “sin parangón en la historia de la región”.
El acto de juramentación de Maduro se llevó a cabo en el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), bajo la narrativa de un nuevo día “crucial” del antichavismo, mientras que el Gobierno ha ratificado que el inicio de una nueva “etapa” de la revolución bolivariana.
Por su parte el presidente de la Asamblea Constituyente, Diosdado Cabello, instó a que se investigue por traición a quienes apoyen la declaración del grupo de Lima, en dicho documento 13 países arremetieron en contra del nuevo mandato de Maduro a su vez el el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), juramento al presidente venezolano.
Después de las presidenciales de 2018, Canadá, Australia y EE.UU. manifestaron que no reconocerán la reelección de Maduro, recientemente Alemania también se sumó a la lista, un dato relevante es que de los 194 países en el mundo, las 13 naciones del Grupo de Lima y los Estados que han expresado su rechazo a la juramentación no representan ni el 11% del total del planeta.
