Mecánico muere baleado por un cliente enfurecido

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Cuando a Luis Esquivel le dijeron el martes por la tarde que la batería que le hacía falta para su Cadillac Escalade del 2003 no estaba disponible, estalló en furia, insultando con obscenidades al empleado de la American Automobile Association (AAA) que estaba del otro lado de la línea telefónica.

El empleado transfirió la llamada al operador, que envió a otro empleado a ayudar al hombre de 63 años de Kendall a arreglar su automóvil. Poco después, el empleado, Magdiel Hernández, de unos 30 años, hombre trabajador y religioso, con novia y pocos familiares en el sur de la Florida, Estados Unidos, estaba muerto, tras haber sido baleado siete veces, dijo su tío, Roberto Flavio.

El periódico elnuevoherald.com informó que su tío expresó que sus hermanos y él eran la única familia que él tenía en ese estado. “Nos apoyamos unos a los otros. Ahora resulta casi irreal cómo enfrentar su muerte cuando el muerto fácilmente pudo haber sido otra persona”, dijo Flavio afuera de la casa de Esquivel en Kendall. “Es algo muy triste. Me estoy preparando para poder consolar a la familia”.

El martes, la policía había dado a conocer poca información sobre el incidente. No mencionó a Hernández como la víctima, pero se supo el nombre por su primo. Las autoridades tampoco  identificaron a Esquivel como el agresor.

Después del incidente, el hombre detenido por haberle disparado a Hernández fue interrogado, pero  tuvo que ser llevado al Hospital Baptist. Hasta el martes por la noche, Esquivel, cuyo nombre no ha sido mencionado por la policía, no había sido acusado de ningún delito.

Se logró conocer el nombre de la víctima tras verificarlo con los archivos de propiedad del Condado Miami-Dade y cotejar con el nombre que dio la operadora de AAA. De acuerdo con los archivos, Esquivel compró la casa de Kendall donde sucedió el incidente hace más de 20 años.

“Recibimos una llamada al 911 donde se decía que dos hombres tuvieron un altercado verbal. Uno de los hombres recibió varios balazos y los rescatistas lo declararon muerto en el lugar de los hechos. El otro hombre envuelto en la riña tuvo que ser transportado a un hospital cercano”, dijo el detective Argemis Colomé, de la policía de Miami-Dade. “Hasta el momento nadie ha sido arrestado”.

Colomé dijo que el hombre que fue llevado al hospital no ha cooperado mucho con la policía, por lo menos al principio. Colomé no dijo cuántos disparos recibió Hernández. Luego que la prensa le preguntó una y otra vez, el detective confirmó que el hombre llevado al hospital es el sospechoso de haber disparado.

Flavio dijo que la discusión entre los dos hombres comenzó el martes por la tarde cuando la AAA recibió una llamada de Esquivel, quien dijo necesitar una batería para su automóvil.

Flavio dijo que supo lo que había pasado luego que se lo dijo el hermano de Hernández y el operador a quien Esquivel insultó por teléfono, quienes trabajan en la AAA. Flavio dijo que después que Esquivel paró de insultar, la llamada se transfirió a Hernández, que entonces fue hasta la casa de Kendall, en el 9955 SW 87 Court.

Según la policía, eran las 3:18 p.m. cuando se recibió una llamada por una pelea y un ataque a tiros en la casa. Cuando llegaron los patrulleros, encontraron muerto a Hernández y de inmediato detuvieron al otro hombre que se cree es Esquivel quien ofreció cierta resistencia antes de subir al auto patrullero. Una vez en el auto, Esquivel dijo que no sentía bien y pidió que lo llevaran al hospital.

Flavio dijo que Esquivel, es conocido en la AAA y que en cierta ocasión le dijo a los empleados del lugar que había pertenecido al Equipo Seals de la Marina de Guerra. Con frecuencia, usaba una gorra con una insignia militar, dijo Flavio.

Flavio expresó que Hernández era una persona religiosa que iba a la iglesia todos los domingos y que la gran mayoría de su familia, entre ella su madre y su abuela, viven en Nicaragua.

“Era muy buen hombre”, dijo Flavio. “Muchas personas van a estar muy tristes por su muerte”.