Mujeres embarazadas, bebés, niños y enfermos llegaron en un barco de Médicos sin Fronteras a primera hora del domingo al puerto de Nápoles, Italia, luego de que 1,500 refugiados a bordo fueran rechazados en Sicilia donde no pudieron desembarcar por las medidas de seguridad aplicadas por la Cumbre del G7.
Todos ellos fueron rescatados en aguas del Mediterráneo en 12 operaciones de salvamento cuando navegaban en embarcaciones frágiles al sur de Sicilia, reportaron medios internacionales.
La inmigración fue uno de los puntos sin acuerdo en la cumbre del G7. Los inmigrantes rescatados como todos los días en el Mediterráneo fueron desviados a Salerno, Nápoles y otros puertos del sur italiano para no ocupar en su control al dispositivo desplegado por el Gobierno italiano y al de la seguridad de los líderes del G7, los presidentes, primeros ministros y jefes de gobierno de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido.
La prensa internacional publicó que el director de Oxfam Italia, Roberto Barbieri, manifestó que los inmigrantes son “la nación oculta”. “La inmigración es verdaderamente un gran problema, porque estamos en una situación en la que 65 millones de personas están o desplazadas o refugiadas. Es el mayor número registrado desde la II Guerra Mundial. Tenemos una gran responsabilidad con estas personas. De alguna manera esta es la nación oculta El punto de vista que tenemos aquí y hemos demostrado aquí es que la seguridad no puede ser lo único a tener en cuenta sino que debemos tener perspectivas a largo plazo “.
La ONG Oxfam caricaturizó con muñecos cabezudos en la playa siciliana de Taormina la actitud de rechazo de los países ricos del G7 ante la ola de refugiados que intentan ponerse a salvo.
