“Necesitamos paz”, admitió en un momento del encuentro el presidente de Estados Unidos, Donald Trump con el Papa Francisco.
Luego, en su cuenta de Twitter, Trump expresó que ve al Papa “más decidido que nunca” a trabajar por la paz mundial.
El Vaticano dijo por su parte que ambos intercambiaron puntos de vista “sobre algunos temas relacionados con la actualidad internacional” y de “cómo promocionar la paz en el mundo”.
A juicio del Papa y Trump, la paz debe lograrse no solo mediante la negociación política que incluye a Oriente Medio, sino además “mediante el diálogo interreligioso”, para la protección de “comunidades cristianas”.
Después de la audiencia privada entre ambos, el Papa le entregó el medallón de bronce que regala a muchos jefes de Estado y que representa un olivo que crece entre una piedra partida. Francisco explicó a Trump que le gusta ofrecerlo “como obsequio para que los mandatarios sean unión para la paz”.
Por su parte, Trump le entregó una colección de los cinco libros escritos por Martin Luther King y una pieza del monumento de granito que honra al reconocido activista afroamericano en Washington. Trump le dio además una escultura de bronce hecha a mano y obra del artista estadounidense Geoffrey Smith.
Esa escultura representa “la esperanza en un mañana pacífico” al evocar “dos valores universales: la unidad y la resistencia”, según detalló la Casa Blanca.
