Ex ejecutivos de la constructora Odebrecht confirman que el Partido de los Trabajadores (PT) de los presidentes Luiz Nacio Lula da Silva y Dilma Rousseff cobró 106 millones de dólares en sobornos, informaron a medios internacionales.
El esquema de soborno funcionó por lo menos hasta 2014, durante el gobierno de Rousseff, que fue separada del cargo en mayo de 2016, según los reportes del caso.
Indicaron que la cuenta del PT creada por la compañía recibió 323 millones de reales (106 millones de dólares) a lo largo de cinco años.
“Posición Programa Especial Italiano” era el nombre informal dado por Odebrecht a las planillas de pagos de sobornos.
El apodo “Italiano” correspondía al ex ministro de Hacienda y de la Casa Civil Antonio Palocci, que también fue un importante miembro del PT. El diario Folha elaboró un informe con base en las “delaciones premiadas” de más de 70 ex ejecutivos de la empresa realizadas ante la Justicia a cambio de reducir sus condenas.
La semana pasada Lula da Silva negó enfáticamente ante el juez Sergio Moro, responsable del caso conocido como “Lava Jato”, haber recibido dádivas durante sus dos gobiernos, entre 2003 y 2010, o después de ellos.
Mientras, el diario Estado de Sao Paulo detalló que avanzan las conversaciones para que el ex ministro Palocci, que está preso, realice una “delación premiada”, potencialmente explosiva por haber sido un alto funcionario durante las gestiones de Lula y Rousseff.
Aunque la defensa de Palocci rechaza que haya exigencias por parte de los fiscales de la mega causa “Lava Jato” para que impute a Lula.
Detallan además que el sucesor de Palocci en Hacienda, el ex ministro Guido Mantega, tomó la posta como responsable de gestionar los sobornos de Odebrecht.
El Salvador no ha quedado ajeno a esta trama de corrupción. La semana pasada, el publicista Joao Santana aseguró que Odebrecht pagó en 2009 1.5 millones de dólares para de la campaña del entonces candidato del FMLN Mauricio Funes. Santana está detenido por el caso “Lava Jato” y también accedió a una delación premiada, a cambio de una reducción en su sentencia.
Santana, luego del triunfo de Funes, abrió la agencia de publicidad Polistepeque, cuyos únicos clientes eran instituciones de gobierno, que por orden de Funes obviaron los procesos de licitación.
Funes, asilado en Nicaragua mientras es investigado por presunto enriquecimiento ilícito, ha negado que su campaña haya recibido financiamiento ilegal desde Brasil.
