Como venganza por la muerte de un marero en un enfrentamiento con la Policía Nacional Civil (PNC), varios miembros acordaron asesinar a un cabo de esa institución que vivía en su comunidad, el proyecto Santa Teresa, ubicada en San Martín, al oriente de San Salvador.
El 11 de septiembre de 2014, atacaron a tiros al policía José Tomás Rivas Arias. Le asestaron cinco disparos, que le costaron la vida.
Por el hecho fueron procesados judicialmente José Antonio González Jiménez y Carlos Enrique Meléndez. El Juzgado Cuarto de Sentencia de San Salvador los encontró culpables y sentenció a González Jiménez a 26 años de prisión, como cómplice necesario; y a Meléndez a 40 años como autor directo del homicidio agravado en conta del agente.
La Fiscalía General de la República (FGR) contó con la declaración de un testigo, con el nombre clave “Comanche”, quien participó en el hecho y se le dio el criterio de oportunidad. El sujeto contó que el asesinato lo planificaron el día del enfrentamiento en que murió uno de sus cómplices.
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En los últimos años, la mara Salvatrucha y la pandilla 18 decidieron aumentar sus ataques en contra de agentes de la PNC y miembros de la Fuerza Armada. Muchos de los policías o soldados víctimas de esas estructuras son atacados cuando no están en horas de servicio.
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