EL SALVADOR.- Una trágica explosión ocurrió el pasado sábado 1 de abril en una cohetería clandestina ubicada en el Caserío El Jordán, cantón El Ranchador, en Santa Ana, la cual dejó a cinco personas fallecidas, entre ellas dos menores de edad, y múltiples lesionados cuyas imágenes han conmocionado, debido a la magnitud del suceso.
Según los informes, la tragedia que ocurrió al filo de las 5:40 de la tarde, en la vivienda donde funcionaba la cohetería ilegal, cuando las víctimas que trabajaban en el lugar ejecutaban algunas actividades al interior de la estructura y fueron sorprendidos por la fuerte explosión que arrasó con todo a su paso.
Esa tarde, un llamado urgente alertó al personal de las diferentes instituciones de emergencia quienes acudieron rápidamente a socorrer a las víctimas.
La escena era aterradora… los cuerpos de varias víctimas habían quedado calcinados entre los escombros y cenizas del papel y la pólvora quemada por la explosión
El Director de Protección Civil, Luis Alonso Amaya confirmó inicialmente que la cifra de muertos era de cuatro personas, pero más tarde se actualizó la información con la quinta víctima mortal de la tragedia.
Según los informes, dos de ellas perdieron la vida en la escena, dos más murieron cuando eran trasladadas hacia el hospital, y una más falleció posteriormente cuando recibía la atención médica.
El funcionario lamentó que entre las víctimas había menores de edad, quienes trabajaban en el lugar, algo que los dueños de la cohetería hacían para pagar menos por el trabajo, pese al alto peligro que representa este labor y más aún por tratarse de un cohetería ilegal, que no cuenta con ningún tipo de supervisión.
Se trabajaba en condiciones de riesgo lamentó el funcionario quien al mismo tiempo señaló que los dueños “contratan menores de edad a fin de pagarles mucho menos de lo que les cobraría una persona adulta”.
“Una vez me dijo un colega de Bomberos que una de las peores cosas que pueden hacer los que producen cohetes y metralletas es contratar niños porque son inquietos, no hay madurez que les permita conocer que manipulan un producto nocivo”, señaló Amaya.
Las cuatro víctimas que fallecieron el mismo sábado fueron identificadas como Zoyla Janet Dávila Lima de 33 años de edad, Manuel Alfredo Landaverde Dávila de 14 años, César Alejandro Dávila Lima de 12 años y Erika Jazmín Henríquez Martínez de 18 años, cuyos cuerpos llegaron a media noche a la cancha de fútbol El Jordán, lugar donde se realizó la velación, a la que asistió una multitud de personas para acompañaron a las familias dolientes en su dolor.
Las autoridades confirmaron que en el caso de los heridos, estos presentaban quemaduras de primero y segundo grado.
Tras la tragedia las autoridades correspondiente realizaron la debida inspección a fin de verificar que en la zona no existan más negocios clandestinos. Además, se informó que se ejecutarán programas de educación sobre Micro y Pequeñas Empresas (MYPES) para mejorar y diversificar la actividad económica del lugar.
Mientras tanto, la tarde del mismo sábado de la tragedia, la Policía Nacional Civil (PNC) dueña de la cohetería identificada como Marlene de Los Ángeles Raimundo, fue detenida la misma tarde del sábado bajo los cargos de homicidio culposo, lesiones culposas e infracción de las reglas de seguridad.
La mujer fue capturada debido a que el no contaba con los permisos legales para fabricar y vender pirotécnicos y las autoridades aseguraron que no volverá a ser un riesgo para los habitantes de esta zona.
Tras el incidente circuló en redes sociales un video del momento exacto de la explosión.
