El servicio de inteligencia nacional de Rusia comunicó este miércoles la detención de ocho personas supuestamente vinculadas a la explosión en el puente de la península de Crimea, de cual se ha culpado a Ucrania y supuso un duro golpe para el presidente, Vladimir Putin.
Según los investigadores rusos la explosión fue provocada por un camión bomba, que interrumpió temporalmente el tráfico de trenes y automóviles sobre el puente de Kerch, y causó la muerte de tres personas.
El Servicio Federal de Seguridad de la Federación de Rusia (FSB) aseguró que detrás del ataque estaba la inteligencia militar de Ucrania y su jefe, Kyrylo Budanov. En ese sentido informó la detención de cinco ciudadanos rusos y tres de Ucrania y Armenia, involucrados en la operación. Kiev desmintió inmediatamente.
Según el servicio de inteligencia ruso, el artefacto explosivo que se utilizó para volar el puente estaba oculto en rollos de película de construcción, y fue enviado desde el puerto ucraniano de Odesa, en el Mar Negro, a Bulgaria a principios de agosto, antes de ser trasladado a través de Georgia y Armenia hasta Rusia a principios de este mes.
El explosivo fue detonado mientras era transportado en un camión hacia Crimea el sábado, según el FSB. Todo el tiempo, los agentes ucranianos estaban en control de la operación, añadió.
Un responsable de prensa del servicio de inteligencia militar ucraniano, Andrii Yusov, declinó hacer comentarios, a respecto y solo se limitó a decir “No comentamos las declaraciones de los terroristas”.
Kiev no ha asumido la responsabilidad de la explosión, pero algunos altos funcionarios ucranianos celebraron los daños en un puente que ha servido como una ruta de suministro clave para las fuerzas rusas, así como un marcador de las reivindicaciones de Putin sobre la región que se anexionó ilegalmente en 2014.
Ucrania y la mayoría de los países no reconocen esa anexión y consideran a Crimea territorio ucraniano.
Kiev ha prometido reclamar la península junto con todo el territorio ocupado por las fuerzas rusas desde el inicio de la invasión a gran escala hace casi ocho meses.
Putin se apresuró a calificar de “terrorismo” la explosión del puente y se jactó de que el mortífero bombardeo aéreo que su ejército desencadenó sobre las ciudades ucranianas a principios de esta semana era un acto de venganza.
El puente de Kerch, de 12 millas (19 kilómetros), que une la península anexa de Crimea con la Rusia continental, fue inaugurado personalmente por Putin en 2018.
Las autoridades de Crimea han estado lidiando con las consecuencias del incidente.
El gobernador de Crimea nombrado por Moscú, Sergei Aksenov, dijo el martes que se espera que la circulación de camiones por el puente se reanude a finales de esta semana, mientras que los trabajos para restaurar los daños probablemente llevarán al menos un mes y medio.
Dijo que las autoridades locales también habían aumentado el nivel de alerta de seguridad en la región.
(Telemundo)
