Al menos 13 personas, incluidos varios niños, murieron este lunes tras un tiroteo en una escuela en la ciudad rusa de Izhevsk, región de Udmurtia.
Según medios internacionales, las víctimas mortales contabilizadas hasta el momento son 13, entre ellas 7 niños, pero el Comité de Investigación de Rusia estableció a través de un comunicado en su canal Telegram, que se contabilizaron 39 personas víctimas heridas en total, de las cuales 15 fallecieron, incluidos 11 niños y 4 adultos. Dijeron también que entre los heridos hay 22 niños.
El atacante, que supuestamente vestía una camiseta negra con la insignia nazi y un casco, se suicidó después del ataque, según la agencia estatal de noticias TASS.
Las autoridades identificaron al atacante como Artem Kazantsev, un residente local que nació en 1988 y era exalumno de la escuela donde ocurrió el tiroteo.
El proceso de identificación se retrasó porque no se encontraron documentos en el cuerpo del hombre que las autoridades creían que era el sospechoso, indicó TASS.
Los investigadores ya comenzaron a registrar la residencia de Kazantsev y a investigar reportes sobre sus “puntos de vista neofascistas e ideología nazi”.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que Kazanstev era “una persona que, aparentemente, pertenece a una organización o grupo neofascista”.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, envió sus condolencias a las víctimas, según un comunicado emitido por el Kremlin este lunes.
“El presidente se solidariza profundamente con todos aquellos que perdieron a sus seres queridos, a sus hijos, en esta tragedia, y desea la recuperación de aquellos que resultaron heridos por este acto terrorista inhumano”, dijo Peskov en el comunicado.
Este es por menos el tercer tiroteo que sucede en una escuela en Rusia o en un territorio controlado por el país durante los últimos dos años.
(Con información de CNN)
