EL SALVADOR.- Ante el tema de la “lista Engel” recientemente publicada por Estados Unidos sobre personas del Triángulo Norte vinculadas a corrupción, en la que aparece su nombre, el ministro de Trabajo, Rolando Castro, reaccionó este lunes y dio a conocer su renuncia “indefinida” a la visa norteamericana, que como medida de la Casa Blanca le fue suspendida por tres años.
“La suspensión de la Visa es temporal por 3 años, pero yo renuncio de forma indefinida, porque estoy convencido que la dignidad es la mayor riqueza de una persona” compartió el funcionario durante una conferencia de prensa en la que habló sobre el aumento del 20% al salario mínimo en El Salvador.
“Renuncio de forma indefinida y durante todos los años que Dios me preste vida, no necesitaré una visa de los Estados Unidos por haber insultado la dignidad de una persona correcta, porque no toleraría que después que han manchado mi imagen andar en el bolso de mi traje un documento que sirvió para ensuciar la imagen mía y de mi familia” explicó Castro.
El funcionario cuestionó la forma en la que Estados Unidos elabora la lista Engel, “¿Cómo es que elaboran una lista? ¿Cuál es el proceso de investigación seria y objetiva que hacen?”. No entiendo ni interpreto cuál es el planteamiento de la política de Estados Unidos porque tengo entendido bajo mi conocimiento que no negocia con terroristas”, señaló.
“No tengo ni techo ni piso de vidrio. Soy un hombre que toda la gente que me conoce sabe quien soy. Pero ni siquiera los periodistas que son conocidos como incómodos nunca, nunca me han atacado por un acto de corrupción”, sostuvo.
Castro reiteró que no ha sido notificado de una suspensión de su visa, no obstante según la Encargada de Negocios de Estados Unidos en el país, Jean Manes, la suspensión es por 3 años pero él renunció este día de por vida anteponiendo su dignidad como persona.
El funcionario fue enfático en que esta será su única intervención sobre el tema en particular ya que aseguró solo entrega cuentas a Dios, al Presidente de la república, Nayib Bukele, y al pueblo salvadoreño, dejando así el tema “totalmente cerrado”.
