Llegar de turista a Rio de Janerio no fue la mejor idea para la española María Esperanza Jiménez Ruiz, de 67 años, pues murió esta mañana por un disparo de un policía militar, cuando estaba de visita turística en la Rocinha, la mayor favela de la zona.
información a medios internacionales comparte que al parecer el grupo con el que viajaba la fallecida, natural del Puerto de Santa María (Cádiz), no atendió la orden de parar en un control policial y los agentes dispararon contra el Fiat Fremont en el que circulaban.
La favela de Rocinha es escenario desde hace un mes de un conflicto armado entre dos bandas de narcotraficantes y la policía.
Según fuentes policiales, sobre las 10.30 de la mañana (hora local, 14.30 en España), María Esperanza Jiménez viajaba en un grupo de cinco personas, entre los que estaban su hermano, José Luis Jiménez, la esposa de este, Rosa Margarita Martínez, una guía turística brasileña, Rosangela Reñones, y un conductor italiano, Carlo Zanineta.
Hasta hace poco, era común que agencias de turismo organizasen paseos para conocer las calles de la favela, un plan que se ha convertido en actividad alto riesgo desde el pasado 17 de septiembre, cuando los tiroteos se hicieron comunes por disidencias entre las bandas criminales que dominan ese territorio. Por ejemplo, ya había habido un tiroteo con tres heridos (dos policías y un ciudadano) poco más de una hora antes de que el coche en el que iba Esperanza Jiménez se cruzase con el control policial.
La versión oficial de lo sucedido es que el vehículo en que viajaba el grupo no se había detenido cuando la policía se lo ordeó en una de las plazas de la favela, el Largo do Boiadeiro. Los agentes, entonces, dispararon. Por lo menos un tiro atravesó la luna trasera del vehículo y acertó a la víctima en la región cervical. La mujer fue trasladada de urgencia a un hospital cercano, pero falleció poco después. Tanto la Embajada española en Brasil como el Consulado en Río están en contacto con las autoridades locales para esclarecer los hechos.
El hermano de la víctima que, junto a su mujer, viajaba en el mismo vehículo, se encuentra en el Hospital Miguel Couto, en el barrio de Leblon, donde Jiménez fue trasladada. El conductor del coche ha afirmado, en sus primeras declaraciones a la policía, que no llegó a ver el control y que solo se dio cuenta del bloqueo al oir el disparo.
La muerte de Jiménez está acaparando la atención mediática de los medios cariocas. No es el primer la primera vez que una turista muere al adentrarse en alguna favela de Rio de Janeiro, sí que es de las pocas veces que los tiros vienen de la policía y no de los traficantes.
La Secretaría de Seguridad Pública de Río ha expresado públicamente sus condolencias y ha anunciado que el departamento de asuntos internos de la Policía Militar van a encargarse del caso.
La ciudad además vive pendiente de los episodios violentos en la favela, en la que viven unas 200.000 personas, que se encuentra próxima a los lugares más turísticos de Río, entre ellos la playa de Ipanema.
Los residentes viven aterrorizados desde que estalló, hace algo más de un mes, una guerra una guerra entre dos bandas de narcotraficantes.
Las autoridades movilizaron al Ejército, que desplegó mil soldados por toda la favela durante una semana. Aunque la situación parecía más estabilizada desde entonces, los tiroteos no han parado. El Consulado español en Río, en sus recomendaciones a los turistas, ya advertía del “repunte de violencia” en las favelas de la ciudad.
