La también actriz Billie Lourd, hija de la fallecida Carrie Fisher, ha sido nombrada beneficiaria única de la herencia de la intérprete, que alcanzó la fama por su papel como icónica “princesa Leia” de la famosa saga “Guerra de las galaxias”.
Fisher falleció en diciembre tras un paro cardíaco durante un vuelo a Los Ángeles, y su legado va a tener una única destinataria.
El legado que la actriz ha dejado a su hija de 24 años incluye la residencia donde vivía en Beverly Hills (valorada en 18 millones de dólares), varias cuentas bancarias, la propiedad completa de varias sociedades limitadas, una póliza de seguro de vida, y las joyas y obras de arte que coleccionaba su madre.
Lourd, a que hasta hace unos días era la novia de Taylor Lautner, actor de Crepúsculo, también heredará tanto los derechos de imagen de la intérprete californiana como los derechos de propiedad intelectual de sus múltiples libros y marcas, reportó El País de España.
Lourd es conocida por interpretar a Chanel #3 en la serie estadounidense de FOX “Scream Queens”, además de por su pequeño papel de la teniente Connix en “La guerra de las galaxias: El despertar de la fuerza”, donde compartió pantalla con su madre.
Fisher murió a los 60 años, cuatro días después de que sufriera un infarto en un avión y fuese trasladada de urgencia a un hospital. La autopsia del cuerpo determinó en un principio que la actriz había fallecido por una apnea de sueño, pero el informe médico posterior señaló que tenía drogas y alcohol en el momento de su muerte, aunque no estableció si estas sustancias fueron la causa o no del fallecimiento.
Trágicamente solo un día después de morir Fisher, su madre, la también actriz Debbie Reynolds, de 84 años, falleció, después de ser ingresada en el hospital con síntomas de una posible embolia, donde acudió al sentirse mal durante el funeral de su hija.
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