Los agentes del FBI, clausuraron un centro donde compraban cadáveres para realizar pruebas y observar como reaccionaba el cuerpo humano a una explosión.
Éste caso salió a la luz años después que el FBI encontrara cubos de órganos humanos y un cadáver cosido similar a Frankenstein. Un hombre afirmó que el cuerpo de su madre, fue utilizado para realizar pruebas de explosivos.
El sujeto dijo en las declaraciones que le brindo a un medio local, que él contactó al Biological Resource Center (BRC), después que su madre falleciera a causa de Alzheimer. Afirmó que ahora se siente como un “tonto” por haber contactado el centro de donaciones.
El narró como se llevó a cabo todo el papeleo con el centro, estipulando que se podría hacer y que no con el cadáver de su madre. Días después, recibió una caja con las cenizas de su progenitora.
La Agencia Reuters, reviso los documentos que habían decomisado las autoridades y descubrió que el cuerpo de su madre, Doris, fue vendido para “pruebas de explosión”.
Según comentó el cuerpo de su madre, habría sido atado a una silla y posteriormente se produjo una explosión debajo de ella. Esto les permitió a ellos tener una idea de lo que atraviesa el cuerpo humano cuando explota una bomba.
Un total de 35 familiares han demandado a funcionarios que trabajaban en el centro de donaciones. Los descubrimientos realizados fueron detallados uno a uno en una demanda civil, el juicio se llevará a cabo en otoño próximo en la ciudad de Phoenix, Arizona.