EL SALVADOR.- “Son una gran cantidad de cuerpos que están apilados”, eso ha dicho el criminalista forense, Israel Ticas, quien se encuentra trabajando en la escena del cementerio clandestino ubicado en la casa de un expolicía Hugo Ernesto Osorio Chávez, en el callejón Estevez, colonia La Flores de la ciudad de Chalchuapa, departamento de Santa Ana.
Hasta ayer las autoridades habían ubicado 4 cuerpos, 6 cráneos y 4 restos de cuerpos pero las investigaciones continúan. Esto además de dos cuerpos que fueron identificados inicialmente. Estos cuerpos tienen diferentes estados de descomposición.
El criminalista manifiesta que a medida se va trabajando se van encontrando más partes de cuerpos. Estaríamos hablando de 13 cuerpos, más los dos que fueron encontrados “frescos” la semana pasada.
De acuerdo con el criminalista, el expolicía había hecho una bóveda sellada solamente para ir colocando cadáveres. Lo más lamentable es que se trata en su mayoría de cadáveres de mujeres, jovencitas e incluso niñas.
“Es una persona que se ve centrado, se ve callado, se ve sonriente, pero es un verdadero psicópata, es un verdadero asesino serial, pero un asesino serial desordenado” dijo Ticas.
El forense explicó que para poder reconstruir la escena fue necesario hablar con el asesino quien le comentó que la mayoría de sus víctimas eran atraídas a el a través de las redes sociales y que estas eran de diferentes partes del país, en su mayoría jovenes que venían engañadas desde San Salvador.
“En la escena podemos ver cosas de brujería: la Santa Muerte, mascaras con las que atemorizaba a sus víctimas, cosas con las que hacía rituales, pero de ahí los cuerpos no están desmembrados” explicó Ticas.
