Este domingo, 24 de mayo es Día Nacional de la Oración por decreto presidencial, informó el presidente de la República, Nayib Bukele.
El mandatario hace un llamando a los salvadoreños creyentes a unirse en oración a las dos de la tarde para pedir a Dios por la sanidad de nuestra nación y del mundo entero.
“Pidamos con fe. Dios nos escuchará”, escribió en sus redes el mandatario.
“El cristiano de fe, nunca pierde la esperanza. Por el contrario, cuando la situación se vuelve más difícil y más amenazante, es entonces cuando pone más su confianza en Dios, cuando intensifica su oración”, comunicó el Arzobispado.
El coronavirus no es un castigo de Dios sino una dura prueba que debemos aceptar con una actitud de fe y confianza firme en Jesucristo. Es una prueba que nos está purificando, como se purifica el oro en el crisol, expresan los obispos.
Monseñor Escobar Alas ha sido constante en invitar a los fieles a tener una oración personal o familiar.
El padre Simeón Reyes dijo que la oración debe acompañar cada día la jornada de un cristiano, animarle y sostenerle en todo momento. Ahora celebramos la fiesta de la Ascensión de Jesús al cielo y la memoria de María Auxiliadora. La fe nos permite comprender los acontecimientos y mirarlos a la luz de Dios. Así como destacó que Mayo ha estado marcado por la oración del santo Rosario en Familia.
Reyes mencionó que no hay que olvidar que la oración es un valor universal y la iglesia Católica ha invitado a todos los fieles a la oración desde el inicio de la pandemia y compartió que el papa Francisco expresó que la oración es nuestra arma vencedora.
Reyes compartió que el Papa ha promovido dos momentos especiales de oración, uno fue el 27 de marzo, con aquella famosa imagen de la Plaza de San Pedro vacía. En ese momento el Papa Francisco nos pidió que confiemos en el Señor y respondamos a su llamada a “convertirnos”
En ese momento el Papa expreso: “Al igual que los discípulos del Evangelio, nos sorprendió una tormenta inesperada y furiosa. Nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados; pero, al mismo tiempo, importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos”. El Papa recordó que nos encontramos asustados y perdidos, pero en esta barca estamos todos.
El otro momento de oración convocado por el Papa fue el pasado 14 de mayo, en una jornada de oración y ayuno, el cual iba dirigido a todos los creyentes de las diversas religiones. “Creyentes de todo el mundo rezan a Dios por el fin de la pandemia”.
Aquí se animó a todos los creyentes de todo el mundo, líderes religioso y creyentes a unirse en una súplica común para invocar, con una sola voz, la ayuda de Dios para que preserve la humanidad. “La ayude a superar la pandemia, le restituya la seguridad, la estabilidad, la salud y la prosperidad, y haga que nuestro mundo, una vez eliminada esta pandemia, sea “más humano y fraterno”.
