Un default financiero, impago de la deuda o suspensión de pagos surge cuando una persona u organización no puede afrontar el pago de los intereses o del principal de una deuda cuando llega el vencimiento. Se produce cuando un deudor no puede cumplir con la obligación legal de pagar su deuda.

Un deudor puede declararse en default cuando no es capaz de hacer el pago requerido o no está dispuesto a pagar esa deuda.

  • Los países no hacen default, lo hacen sus gobiernos.
  • La consecuencia casi única del default, y  no pequeña, es que el gobierno pierde el acceso a los mercados de deuda. Ya no se podrá financiar con emisiones de bonos en el exterior. Esto le obligará a tener cero déficit público o a crear dinero (e inflación) para pagar el déficit. Obviamente no podrá (y no querrá) hacer frente a los vencimientos próximos de deuda, ya que la mayoría o toda la deuda pública (de cualquier país) se refinancia, es decir se devuelve con lo que te acaban de prestar. Y como no te prestarán, no podrás devolver.
  • Otra consecuencia, esta todavía más dura, es que en caso de default las empresas y familias no pueden financiarse en el exterior, pues si no prestan al gobierno tampoco prestarán a empresas. En una situación de default, la economía se cierra y depende completamente de sí misma. El papel del banco central pasa a ser híper clave para que fluya el dinero; pero con la tentación de crear dinero y provocar inflación. Si los bancos del país dependen mucho de la financiación exterior, tienes un problema, pues súbitamente se quedan sin dinero y con ello toda la economía se queda sin dinero.
  • La divisa se devalúa, por la falta de confianza que crea su gobierno. Pero esto no es malo para la economía, pues hará que las empresas del país exporten más y los consumidores importen menos y eso es bueno para la economía.
  • Por último: la prima de riesgo se dispara. Esto hace que los activos del país, sean empresas, inmuebles, entre otros, pasan a valer mucho menos y serán fácilmente comprables por los de fuera. (aunque esto no es necesariamente malo, es más, acaba siendo bueno).

Todo este proceso produce casi irremisiblemente mayor pobreza de la población y estancamiento económico. Pasa de vez en cuando. El ejemplo más reciente, Venezuela.