Así nos cambia el rostro cuando no dormimos bien

0
543

La falta de descanso no sólo se refleja en la cara en forma de cansancio; sino también puede cambiar los rasgos de la cara, según un estudio realizado en el Instituto Karolinska, en Estocolmo.

Según el estudio publicado en la revista internacional especializada Sleep, quienes no duermen bien suelen tener los párpados más caídos, los ojos enrojecidos e hinchados y con más frecuencia aparecen las temidas ojeras. Pero no solo es eso, dormir mal también se refleja en la piel, ésta se vuelve más pálida y con más arrugas, sobre todo en las comisuras de los labios haciéndonos parecer tristes y esa tristeza se traduce en un aspecto de cansancio y fatiga.

 

Además, cuando una persona está cansada, puede hacer que su relación con los demás sea de una determinada manera e influya en cómo los demás se comportan con ella ya que los rostros poseen una importante información en la que se basa la interacción personal.

La apariencia facial puede afectar a lo que juzgamos de la persona que tenemos enfrente, sus capacidades y características, como la honradez, la agresividad y la competencia.