El británico Ryan Williams, de 29 años, ha logrado perder varios kilos a pesar de que solo se ha alimentado con productos de la cadena de restaurantes McDonald’s durante un mes para demostrar que es posible ponerse en forma a pesar de consumir comida chatarra.
Con esa iniciativa, este hombre de Cheltenham (Inglaterra, Reino Unido) quería , así como documentar la importancia del equilibrio entre la ingesta calórica y el ejercicio y desacreditar el argumento del documental Super Size Me. Tras comenzar con 2.500 calorías diarias, la cantidad recomendada para un hombre adulto, al final de la segunda semana disminuyó hasta 2.300. Además, cada día se levantaba a las 4 de la madrugada para ir al gimnasio y practicar ejercicio físico intenso.