Es cierto que nuestro cuerpo es fuerte y que tenemos un sistema de defensa muy eficiente, pero en algunas ocasiones las bajas temperaturas del ambiente merecen nuestra atención para prevenir y cuidar nuestra salud, aunque no es solo el clima frío el que resiente y debilita al cuerpo, dejándonos más desprotegidos frente a virus y enfermedades, sino algunos hábitos como una ingesta excesiva, el estrés o la falta de sueño continuado también pueden repercutir en nuestro ánimo y en nuestro sistema inmunitario.
No solo basta con ponerse una chompa, gorro, sweater o guantes para proteger nuestro cuerpo del frío. En estos casos también juegan un papel importante la alimentación, la higiene, el estado de ánimo y la calidad de vida que llevamos.
Entérate de una serie de consejos preventivos y prácticos para cuidar la salud en el frío, fortaleciendo el sistema inmune para evitar los resfriados, la gripe y mucho más.
1.- Apuesta por vitaminas y minerales para reforzar las defensas. Incorpora en tu dieta diaria nutrientes y minerales como la Vitamina C, la Vitamina B o el hierro.
2.- Cuidar de la alimentación. El cuerpo necesita más calorías para afrontar el frío, lo cual suscita la probabilidad de aumentar de peso durante la temporada. Para evitar esta situación, es recomendable mantener los horarios de alimentación, modificar la temperatura de las comidas con alimentos tibios y añadir a la dieta una variedad de frutos secos.
3.- Evita cambios bruscos de temperatura. El frío de la calle y la calefacción de los sitios en los que entramos y salimos nos hace pasar del frío al calor de golpe. Es fundamental adecuar nuestra indumentaria al lugar donde nos encontremos, intentando mantener constante nuestra temperatura corporal.
4.- Evita el estrés. El estrés continuado o excesivo puede facilitar la aparición de algunas enfermedades. Practica alguna técnica de relajación como la diafragmática, aprende a priorizar y organizar tu tiempo o practica deporte.
5.- Refuerza tus hábitos de higiene, y mantendremos así alejados a los microbios y a las baterías de nuestro cuerpo. Un gesto tan básico como lavarse las manos después de ir al lavabo puede evitar que agentes externos entren en contacto con nuestro organismo.
6.- Duerme y descansa lo suficiente. Privarnos de las horas de sueño suficientes perjudica nuestro organismo y nuestra salud al obligarlo a estar con un nivel de esfuerzo y estrés innecesario. Los expertos recomiendan un mínimo de 7 horas en adultos sanos para que el descanso sea efectivo y se recupere el cuerpo de las actividades diarias.
7.- Practica deporte. A pesar de que en invierno nos apetece más quedarnos en casa, el ejercicio físico y el deporte se puede y debe mantener pues aporta numerosos beneficios para nuestra salud. Al realizar ejercicio evita los esfuerzos excesivos, que nos dejaran agotados. Lo recomendable es dedicar, al menos, 30 minutos diarios al ejercicio físico.
8.- Cuidar a los más vulnerables. Las personas que más deben cuidarse, debemos proteger y seguir las recomendaciones de sus médicos, son aquellas que presentan mayor riesgo de enfermar por clima frió, como son los bebés, niños, ancianos y aquellos que tienen enfermedades crónicas del corazón, bronquios, pulmón, articulaciones y del sistema inmune.
9.- No bajes la guardia con tu piel. A pesar de las bajas temperaturas, los rayos solares pueden quemar la piel es por eso que a personas que practican deportes o actividades al aire libre se les recomienda usar protector solar. También debemos proteger nuestra piel para evitar grietas y descamaciones.
10.- Revisa en tu closet: El invierno es la temporada en la que debemos sacar del armario chamarras, suéter, bufandas, gorros y ropa térmica. Esto nos ayuda a mantenernos calientes.
