En China, unas cámaras de seguridad, caparon el momento justo cuando un auto chocó contra una motocicleta y al arrastrarla bajo su parachoques delantero durante decenas de metros dejo un rastro de fuego provocando preocupación y alerta entre los testigos del hecho.
A la Policía local le costó conocer los hechos porque no halló a ninguno de los protagonistas en el lugar del accidente: el conductor del auto huyó inmediatamente porque temía que le golpeara el motociclista, quien resultó ileso cuando sufrió el impacto, pero este también se marchó de allí.