Descubre las 3 cosas que puedes hacer para recuperar el deseo sexual

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Para recuperar el deseo sexual hay tres aspectos que debes empezar a trabajar y que has estado dejando de lado.

El deseo es una parte muy importante en una relación de pareja. Si tu pareja no te atrae sexualmente o nunca tienes ganas de hacer el amor puedes estar enfrentándote a una situación seria que no hará más que empeorar si no le pones remedio.

Muchas veces, este tipo de problemas tienen una causa psicológica. Darte cuenta de cuál es la razón te ayudará a superarlo. De momento, hay tres prácticas que debes empezar a adoptar desde hoy mismo para recuperar el deseo sexual.

Abre tu mente
El sexo no es una actividad preconcebida que deba realizarse solo de una forma determinada. Que lleves acostándote con “tu pareja” los últimos veinte años en la misma postura no quiere decir que deba ser así para siempre. Lee, infórmate, asiste a cursillos, y no tengas miedo de experimentar. Seguro que él estará encantado, pero tú lo estarás aún más.

No dejes que los convencionalismos sociales hagan meya en tu personalidad. En la cama debes ser tú misma.

Aprende a tener orgasmos
Muchas mujeres se obsesionan con los orgasmos. Les resulta muy difícil tenerlos y por ello acaban dándoles una importancia desmedida. Cuando tengas relaciones con tu pareja llegar al orgasmo no debe ser vuestro único objetivo. Se trata de pasarlo bien, disfrutar del contacto del otro. Lo importante es el camino, no la meta.

De todas formas, si te cuesta demasiado llegar al orgasmo es posible que se deba a que ni tú ni tu pareja conocéis tu cuerpo como deberíais. Puede que él sea un poco torpe pero el problema es que tú no has hecho los deberes. ¿Si no eres capaz de darte placer a ti misma, cómo esperas que otro lo haga? Dedica tiempo a explorar tu propio cuerpo, cuando descubras lo que te gusta podrás comunicárselo a tu pareja y dejarle hacer. Verás como todo mejora.
Deja atrás tus complejos.

No es que sea algo sencillo de hacer pero ha llegado el momento de que dejes de juzgarte y empieces a creerte que eres preciosa. Da igual tu talla, tus estrías y cicatrices, que tengas arrugas o celulitis, que te esté saliendo tripa… Nada de eso importa. Debes aprender a aceptarte tal y como eres y dejar de compararte con las modelos que salen en las revistas. Ellas tampoco son perfectas y seguro que tienen más de un complejo.

Es tu cuerpo y debes disfrutar de él. Nada de dejarte la ropa puesta para hacer el amor o apagar las luces para que tu pareja no vea tu cuerpo. Al principio puede dar un poco de miedo pero es la única forma de que vivas el sexo como algo placentero y divertido.