¡Cuidado! Esto podría indicar que tus riñones no funcionan bien

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Los riñones son una parte muy importante de nuestro cuerpo que se encargan de limpiarlo, así como de ayudarlo a equilibrar los químicos de la sangre y a producir hormonas que ayuden a regular la presión arterial y a producir glóbulos rojos.

No obstante, cuando los riñones no funcionan bien, hay determinadas señales que nos lo pueden indicar.

Estas son las señales de que los riñones no funcionan bien:

1. Cansancio. Debido a que los riñones no funcionan bien, nuestra sangre empieza a no limpiarse de la manera adecuada y se produce una reducción de los glóbulos rojos, debido a que la producción de hormonas disminuye. Esto hace que te encuentres muy vulnerable para sufrir algún tipo de anemia y sentir falta de energía.

2. Problema en la piel. En caso de que los riñones empiecen a funcionar mal, nuestra piel comenzará a verse afectada. Empezarán a aparecer picores y determinados sarpullidos que podemos confundir con meras alergias.

Esto se debe a que el cuerpo no libera las toxinas y los deshechos, así que empieza a “intoxicarse” y a manifestar problemas de este tipo para alertarnos de que algo no va bien.

3. Cambian tus hábitos de ir al baño

Las micciones aumentan. Te darás cuenta de que al cuarto de hora de haber orinado, tienes ganas otra vez de ir al baño. Por eso es necesario prestar atención a la calidad de la orina. Si es espumosa podría indicar que los riñones no están funcionando bien. De igual manera, si empieza a sufrir de infecciones de orina frecuentes.

4. Problemas con la menstruación. Los periodos menstruales irregulares podrían deberse a los problemas en los riñones que desequilibran las hormonas.

5. Dolores musculares y de cabeza

Debido a que el cuerpo no se está limpiando y se está “intoxicando” pueden aparecer dolores de cabeza inusuales y dolores musculares. Por ejemplo, calambres. Esto ocurre porque los niveles de calcio y fósforo debido al mal funcionamiento de los riñones están muy bajos.

En muchas ocasiones, también puede ocurrir que retengas líquidos, lo que se traducirá en piernas, pies y tobillos hinchados y doloridos.