Los beneficios que trae a la salud el dejar de quejarse

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¿Te has preguntado si dejar de quejarte es bueno o malo? A lo mejor no. Y es que a veces desde que algunas personas se levantan en lugar de dar gracias al creador por un bello sol, o un nuevo día o la salud inician su día viéndose al espejo y expresar palabras como ¡Ah este pelo cómo me amaneció!, ¡ esta ropa no me queda bien! y cuándo vas al trabajo expresas en el camino ¡cuánto tráfico!, ¡ qué calor!, ¡ ¡cuánto sueño!, ¡qué frio!, entre otras frases que formar parte de tu circulo vicioso.

Para los expertos en salud emocional dejar de quejarse puede ser algo más que beneficioso para la salud tanto física y emocional.

Por eso aconsejan mejor ahorrarte esos pensamientos negativos que te llegan por inercia, ya que solo te roban energía.

Los especialistas opinan que sentirse molesto y exteriorizarlo es un círculo vicioso que solo hará que te sientas más frustrado e inseguro.

Por eso, ¿Te quejas por todo? Con motivo o sin motivo, piensa que es una reacción emocional que cuando se convierte en hábito constante suele esconder otros problemas, como ansiedad, estrés, tensión nerviosa, insatisfacción o falta de autoestima.

De ahí que en primer momento es importante que te cuestiones que si ¿Eres una de esas personas que se quejan de todo y no hacen nada? es importante te atrevas a reconocerlo y descubras por qué quejarse es malo para la salud.

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La publicación de la revista ellahoy.es informa que el tiempo y esfuerzo mental que dedicas a quejar no lo dedicas a actuar, y recurres a la queja como excusa perfecta, pero no como herramienta para cambiar aquello que no funciona o que  disgusta en la vida.

Aunque consideran que quejarse es bueno en momentos puntuales, como por ejemplo ante una situación excepcional de dolor.

No obstante, el problema es cuando la queja o crítica con todo lo que te rodea (personas o circunstancias) se vuelve constante, incluso por las cosas más triviales.

La publicación informa que las personas que siempre se quejan de todo están insatisfechas, tal y como subrayan los expertos en psicología, pero se empeñan en prestar atención solo a lo negativo y en busca de un nuevo motivo para quejarse.

Incluso, la queja también se  utiliza como un recurso para lidiar con el propio ego, para esconder los sentimientos de culpa o para manipular a los demás mostrándose como una víctima. Sin embargo, lo que piensen los demás es lo menos importante, porque el problema radica en que la persona quejosa no logrará resolver sus conflictos emocionales ni aprender a ser feliz.


Algunos beneficios que traen el dejar de quejarse

Thierry Blancpain y Pieter Pelgrims, son dos amigos suecos que decidieron hacer un experimento que sin imaginar cambió sus vidas.

Ambos decidieron que durante un mes dejarían de quejarse por tonterías para comprobar los beneficios. Al final los resultados fueron formidables.

Descubrieron que ayuda a afrontar el día a día con más optimismo y  a  disfrutar de las pequeñas cosas.

Además aprendieron a valorar las cosas buenas de los demás así como aceptar que las cosas se pueden cambiar.

Asimismo, contribuyo a mejorar las relaciones sociales y evitar la fatiga mental y obsesionarse con las cosas.

No menos importante fue que contribuyo a enfocar la energía a la solución del problema, al igual que reducir las imperfecciones de la piel (nada peor que el estrés y el enfado para su salud).

Mitigar la ansiedad y la tensión nerviosa al igual que evitar los dolores de cabeza fueron otros de los beneficios.

¿Cómo dejar de quejarse tanto?

Y aunque nadie es perfecto, y todos tienen un pasado, es importante dejar de juzgarlo, todo es clave.

Aceptar que hay situaciones que no dependen de nosotros, y que mucho menos tenemos el control sobre el resto de las personas también es valioso.

Primordial es sustituir  los pensamientos negativos por positivos. Puedes ayudarte de sencillas rutinas para iniciar el día de forma positiva o poniendo en práctica disciplinas como el mindfulness o la atención plena.

También evitar sobredimensionar las situaciones y adelantarte a los acontecimientos o bien céntrate en las cosas buenas que tienes y aprende a disfrutar de cada momento. La filosofía Hygge es un buen ejemplo, es valioso.

Aunque evitar a los quejicas, un tipo de personas tóxicas que no te aportará nada positivo es fundamental.