Padres ausentes afectan la vida de pareja de sus hijas

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Los padres son esenciales en el desarrollo emocional de los hijos e hijas, por lo que su ausencia o falta de compromiso hacia ellos puede causar diferentes tipos de traumas personales y en sus relaciones.

¿Qué es un padre ausente?

Un padre ausente no sólo es el que abandona a sus hijos y no aparece en sus vidas, sino que también es aquel que incluso estando en contacto con sus hijos e hijas, no ejerce sus funciones emocionales como padre, es decir, que por diversas razones no es capaz de mostrar cariño, reconocimiento o confianza hacia sus hijos.

Esta ausencia genera una especie de vacío emocional en los hijos cuando son pequeños, que nunca ven cumplidas sus expectativas emocionales hacia sus padres, al compararlas con otros tipos de padres que pueden conocer en su vida.

Traumas que genera un padre ausente

La ausencia del padre en un hijo puede crear ansiedad infantil y falta de motivación en los estudios y en la etapa adulta un desapego afectivo que se relaciona directamente con sus relaciones sociales. La falta de confianza, el miedo a la traición o a ser ignorados son algunos de los sentimientos comunes de las personas con padres ausentes.

Es común que el trauma que supone un padre ausente genere sentimientos de culpabilidad, falta de autoestima o incluso episodios de depresión si la persona no enfrenta sus problemas con un profesional de la salud especializado, como un psicólogo o un psiquiatra, reporta Ella Hoy.

En la etapa infantil puede afectar negativamente en sus relaciones de pareja a partir de la adolescencia y en la etapa adulta, de forma notoria en el caso de las hijas de padres ausentes.

 Cómo les afecta en sus relaciones a las hijas

En cuanto a las hijas, la ausencia de figura paterna durante la niñez puede tener consecuencias negativas en sus relaciones de pareja en la etapa adolescente y adulta, derivadas de los sentimientos traumáticos generados por la falta de amor paterno.

Las hijas pueden llegar a desarrollar una búsqueda del “ideal de padre” en sus parejas, lo que nunca satisface sus expectativas al igual que no lo hizo el padre, y generará una imposibilidad emocional de una elección adecuada de la pareja.

Algunas hijas de padres ausentes que no tratan su trauma pueden llegar a decantarse por elegir parejas desajenadas, poco cariñosas e incluso maltratadoras emocionales, con las que constantemente repitan el círculo de necesidad afectiva que aprendieron en la niñez.

Además, la necesidad inconsciente de la superación de las heridas emocionales que las hijas tienen al sufrir la ausencia del padre, puede revocar en una búsqueda excesiva de la figura del varón mediante relaciones promiscuas, buscando una fantasía inconsciente debido a la carencia del padre o, según el psicoanálisis, el pene del padre.

Si en este tipo de relaciones sexuales no consiguen la conexión que buscan en su vacío emocional, su frustración puede verse acrecentada, generando en ellas sentimientos de inseguridad, depresión y soledad.

Uno de los mecanismos de defensa de las hijas de padres ausentes en la adultez es el miedo al compromiso.

Es muy común un doble sentimiento en las mujeres que sufrieron abandono paterno. Por un lado, pueden llegar a buscar con desesperación relaciones emocionales, pero en un momento dado huir de ellas por miedo a sentirse rechazadas, de modo que inconscientemente abren esa herida de rechazo paterno.

Por tanto, para las hijas de padres ausentes puede ser difícil mantener una relación en el tiempo que sea exitosa, aunque con tratamiento psicológico pueden solucionar sus problemas afectivos en sus relaciones de pareja.

Si te sientes identificada como hija de padre ausente, es importante que enfrentes los problemas que pueden derivar de este trauma infantil buscando ayuda con una terapia psicológica. Identificar el problema es el primer paso, el segundo es buscar apoyo.