La sandía es un fruto muy versátil y rico en sabor. Su dulzura y color atraen a los comensales para saborearla en especial en épocas de calor.
Lo mejor es que se puede degustar en frozzen, refrescos, Smoothie y jugos y todo tipo de platillos que se te ocurran, incluso en ensaladas.
Un fruto que resulta ser un perfecto diurético, rico en antioxidantes, vitaminas y minerales que son muy beneficiosos para el corazón y evitar la aparición de enfermedades.
Sin embargo, hace tiempo se hizo un descubrimiento que puede preocupar y es que algunos agricultores comenzaron a usar un fertilizante que permite que las sandías alcancen un buen tamaño en mucho menos tiempo. Este fertilizante está hecho a base de forclorfenurón, una sustancia química muy dañina para la salud.
El compuesto lo que hace es acelerar la división de las células de la fruta, para que crezca más rápidamente. Imagina los efectos que tiene sobre el organismo cuando lo ingieres.
Y aunque hasta el momento no se ha demostrado que sea cancerígena, pero entre las consecuencias que se pueden presentar están algunos problemas de la piel y lesiones en el interior del estómago.
No obstante, en China es legal usar este fertilizante, a pesar de la controversia que ha causado, mientras que en Estados Unidos se usa no sólo en la sandía, sino en los kiwis y las uvas.
Sin embargo, en el día a día y por el corre corre, no es posible saber con certeza de donde viene cada alimento que consumes, lo cierto es que es importante que tomes en consideración que te cerciores de dónde proviene la comida. En especial que no consumas aquellas sandías que al partir en mitad se vea entre cortada o con abolladuras y cortes.
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