La adicción a los alimentos y por qué son irresistibles

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Como bien dicen que el azúcar y la canela hacen la vida buena, por eso no pienses más disfruta, come y bebe que la vida es breve, aunque después vengan los remordimientos.

Hay alimentos tan tentadores que es difícil resistirse, aunque  su consumo puede acabar en adicción a alimentos poco recomendables por su exceso en grasas y azúcares. Pero sabes ¿qué tienen para ser tan irresistibles?

Y es que para muchos resulta difícil decir no a los chocolates, postres, galletas, por su dulce sabor y sensación de satisfacción inmediata, consideradas dos de las claves de la adicción de alimentos.

Los nutricionistas aseguran que el chocolate, embutidos o galletas están incluidos en la lista de alimentos que crean adicción, pero sabes ¿por qué?

Los especialistas en nutrición aseguran que la respuesta está en sus componentes y nutrientes que provocan una respuesta inmediata del cerebro, similar a otras sustancias que generan sensación de placer.

De ahí que estimulen a comer más, incluso, a comer de manera compulsiva en casos de estrés o ansiedad. Los alimentos adictivos proporcionan energía al instante.

No obstante, excederse con el consumo de determinados alimentos desequilibra la dieta y aumenta los riesgos de padecer problemas de salud, tales como diabetes, hipertensión, colesterol o sobrepeso.

¿Por qué los dulces son adictivos?

El azúcar es adictivo y su consumo reporta sensaciones inmediatas. Ahí radica la causa que desencadena que los alimentos ricos en azúcar creen adicción. Los alimentos dulces activan la producción de endorfinas, las denominadas hormonas de la felicidad, lo que nos reporta una rápida sensación de bienestar.

Al parecer, los azúcares, al igual que las grasas, tienen un efecto relajante, por lo que en los momentos de ansiedad o estrés recurrimos a ellos en lugar de optar por otros más saludables, como las frutas o verduras.

Pero cuáles son las consecuencias de consumir alimentos en exceso

Aunque nadie puede negar que los alimentos más adictivos engordan. Un buen ejemplo es que una bolsa de papas contiene aproximadamente 300 calorías por cada 60 gramos; un croissant 320 calorías y cuatro galletas de chocolate 200 calorías. Una pieza de fruta como la manzana, 50 calorías.

Las pastas dulces industriales, el queso curado o los embutidos suelen ser ricos en grasas saturadas y grasas trans, lo que puede provocar un aumento del colesterol.

Aunque los nutricionistas advierten que el exceso de consumo de alimentos ricos en azúcares aumenta los riesgos de diabetes del tipo 2, la más frecuente.

No digamos el exceso de sal de algunos snaks o precocinados pueden provocar retención de líquidos y aumentar la presión arterial.

Pero ¿cómo evitar los alimentos adictivos?

Los especialistas en nutrición añaden que una dieta equilibrada es la mejor manera de prevenir la adicción a los alimentos, una dieta con los aportes necesarios y las dosis adecuadas de hidratos de carbono (presentes en alimentos tales como el arroz, pan o pasta), cuyo déficit puede provocar la pérdida de energía. Los hidratos de carbono son además saciantes.

No solo lo que se come importa, sino cuándo se come. Es importante no pasar demasiado tiempo sin comer, ya que al quedarnos sin reservas nos asalta aún más la necesidad de recurrir a alimentos poco saludables. Tomar a media mañana y a media tarde un aperitivo saludable y bajo en calorías (fruta, yogur desnatado, galletas integrales).

No menos importante es que evites saltar las comidas ya que sólo hará que nos sintamos más ansiosos. Recuerda practicar ejercicio físico ayuda a aplacar la ansiedad de forma más saludable.